Capítulo 27

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CAPÍTULO 27







5 días después

Christian

—No adelantamos nada del trabajo —comentó Alex con las sábanas cubriéndole el cuerpo de la mitad para abajo.

—Si pero estuvo bueno ¿no? —pregunté serio viéndolo en la cama—. ¿O no te gustó?

Apartó la mirada sonrojado —Estuvo bien —dijo en voz baja.

Bien. Era bueno que al menos también él estuviera disfrutando las cosas, mientras no empiece a hacerse ilusiones de iniciar una relación conmigo todo estaba bien... tal vez el sexo con Alex era bastante bueno, pero mis sentimientos seguían con Tomas y aunque ahora esté disponible, sé que no puedo lanzarme simplemente de esa manera... él está dolido, y me lástima verlo así y sin poder hacer nada, pero espero que tal vez más adelante y cuando las cosas hayan pasado acceda a intentar las cosas conmigo.

Me puse la camisa y me abroché el pantalón para después ponerme los zapatos.

—Christian —habló Alex en voz baja.

—¿Mhmm? —dije simplemente sin prestarle atención.

—Hay... ¿hay alguien que te guste realmente? —vaciló al hacerme esa pregunta. Fruncí el ceño pero decidí responder con otra pregunta.

—¿A qué quieres llegar con esto? No me digas que piensas que realmente me gustas —pregunté viéndolo fijamente—. Porque sabes que dejamos las cosas claras en el inicio ¿no?

Bajó la cabeza apretando la sabana —Sí —dijo simplemente—. Yo... me preguntaba solamente. Quería saber es todo.

Solté un suspiro derrotado y me senté al borde de la cama —Sí... —dije en voz baja—. Si hay alguien que me gusta —su mirada me buscó y entonces también lo miré. Sus ojos esperaban a que produjera nombres y pues la verdad creo que ahora lo sabe suficiente gente como para que el también lo sepa—. Es Tomas.

No hubo sorpresa en su expresión. Más bien parecía que esperaba que le respondiera algo como eso. Se tomó el brazo izquierdo y lo sobó con suavidad —No me sorprende —dijo sonriendo con tristeza—. Tu le hablas bastante diferente a él.

—¿Qué?

—Eres más gentil... más amable, mucho más cariñoso —dijo recogiendo sus rodillas—. Conmigo simplemente eres frío, seco, cortante y nada más.

—Creí que te gustaba así.

—¡Alguna vez te has preocupado seriamente por lo que me gusta! —gritó de pronto con fuerza. Lágrimas a punto de desbordarse de sus ojos—. ¡Esta es la cuarta vez que nos acostamos! ¡Y siempre hago todo lo que tú quieres para complacerte pero tu nunca piensas en mí!

—¿Si?

—¡La primera vez fue dolorosa! —reclamó—. La segunda fue todavía más dolorosa sólo porque me vine antes que ti —sollozó—. La tercera vez fue buena, pero me quedé con ganas de más —negó con la cabeza—. Esta vez ni siquiera me miraste a la cara, todo el tiempo tuviste los ojos cerrados. Supongo que imaginabas que en realidad se trataba de Tomas.

—¡No es eso! —reclamé—. ¿Dices que no te presto atención?

—¡Sí! Diablos, ni siquiera nos besamos cuando lo hacemos.

Apreté los puños a mis costados —¡¿Entonces es eso lo que realmente quieres?! —pregunté con euforia—. ¿Lo que te gusta es que te bese mientras lo hacemos? ¡Pues bien, lo tendré en cuenta, la próxima vez no sólo te chuparé la polla sino también los labios! —alcé la voz de pronto. Alex tensó la mandíbula y negó con la cabeza.

Papá, Soy Gay [MSG #2] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora