Annie y la Orden del Fénix

Thirty one

CHRISTMAS VACATIONS

Annie se despertó muy temprano al día siguiente. En la noche le había explicado todo a Hermione quien también estaba muy preocupada. En ese momento, iba de camino al despacho de la profesora Sprout para buscar a Issa.

Al llegar a la puerta, tocó suavemente. Sólo tuvo que esperar unos segundos para que la puerta se abriera.

-Ah, Roberts. ¿Irás por Carter? -saludó la profesora.

Annie asintió y siguió a la jefa de Hufflepuff por la mazmorra. Divisó el cuadro de frutas por donde se accedía a las cocinas, y un poco más allá, había muchos barriles apilados contra la pared.

Sprout se acercó a ellos, y tocó una bonita tonada que a Annie le gustó.

Se abrió una especie de puerta, donde Annie observó el interior de la sala común.

Era mayormente amarillo y negro, y era más grande que la de Gryffindor. Tenía muchas ventanas circulares que daban sol y muchísimas plantas. Era hermosa.

-Iré por ella, puedes observar la sala si quieres -dijo Sprout sonriéndole y dándole paso a la sala.

Observó un retrato arriba de la chimenea. Helga Hufflepuff. Annie la saludó con una sonrisa que ella correspondió.

Definitivamente le hubiera gustado ser Hufflepuff.

-¡Annie! -la voz de Issa la sacó de sus pensamientos.

-¿Estás lista? -preguntó al verla con su baúl y a la profesora Sprout detrás. Issa asintió repetidas veces.

-Felices Fiestas -se despidió Sprout al verlas caminar por las mazmorras en dirección a la ofcina del director.

-¿Y tus cosas?

-Las dejé con Dumbledore.

Subieron por la gárgola con la contraseña que le habían dado a la Gryffindor. Tocó dos veces la puerta y seguidamente la abrió dando paso a la oficina. Issa abrió la boca al ver tantas cosas.

-Señorita Roberts, supongo que ella es Annissa -saludó Dumbledore con una sonrisa.

Issa asintió algo nerviosa.

-Bien. Aquí tengo su traslador -dijo levitando una cuchara.

-¿Qué.. hay que hacer? -preguntó Issa.

-Sólo hay que tocarla -explicó Dumbledore.

Annie e Issa la tomaron por los extremos.

-Bien. Se activara en tres.. dos.. uno..

Y ahí está el típico gancho que te jala y el revoltijo de colores.

Annie cayó al suelo soltando sus cosas para meter sus manos, porque si no fuera así, en este momento no tendría nariz.

-Ugh, odio esto -se quejó Annie intentando levantarse.

Levantó la vista y observó a todos los Weasley, Harry y Sirius mirándolas sin hacer nada.

-Pareciera como si no tuviera novio -bromeó Annie. Harry sacudió su cabeza y se acercó a ellas.

-Lo siento -murmuró.

-Era broma -dijo Annie sonriendo mientras Harry la ayudaba a levantarse para después ayudar a Issa.

Annie sintió que alguien la abrazaba y observó que era su padre.

-Hola papá -saludó devolviéndole el abrazo.

-Hola cariño -dijo sonriente.

-Ella es Annissa -presentó a la niña quien sonrió timidamente.