HOLLAND
Salgo de la facultad agotada, las horas no pasaban más, quiero llegar a casa y dejarme caer en mi casa para dormir hasta el día siguiente, suena lindo, ¿verdad?
Soy estudiante de medicina y estoy en mi último año, tuve suerte de no postergar demasiado la carrera, me las apañe como pude para no tener que hacer más años de lo que se estipula, si bien es mi octavo año y con suerte —como dije— mi último año. Mi especialidad es ser médico generalista, pero hasta último momento estuve dudando en pediatría.
—No puede ser, mañana tengo guardia —se quejó Crystal.
Ella es alta, castaña y con una sonrisa amigable, pero de las verdaderas. La conocí en mi primer año junto a Colton, ambos son más grandes que yo, solo por unos años.
—Tengo la suerte de que me toque la semana que viene, pero eso no quita que quiera estar en las guardias.
Para ser sinceros nadie quiere estar en las guardias, pero si eres reciente, debes estar ahí al menos tres veces en la misma semana.
—Siento que voy a explotar, entre los estudios, el trabajo y las guardias —nos subimos a mi auto.
—No tienes vida, Holls.
—Lo sé, y si soy sincera, no puedo dejar el trabajo, lo necesito hasta que termine el estudio y porque tengo que ayudar a mi madre también, hasta que sea recomendada en un buen hospital.
Me detuve en un semáforo, viendo una pareja pasar, ella iba sosteniendo su vientre abultado, mientras que él la abrazaba por el hombro, en la mano libre, lleva de la correa a un perro, un cliché de las películas.
Yo estaba muy lejos de tener algo así, estoy en el momento que empiezo a "vivir" de lo que me gusta, no hay tiempo para novios o hijos.
—Ya sé! —gritó Crystal, haciéndome asustar, menos mal que todavía estábamos en el semáforo porque de lo contrario habríamos tenido un accidente—. Puedes prestar tu vientre, como uno de alquiler, tengo una conocida que lo hizo y pagan bien, te podrás salvar de las guardias.
—¿Eso no es poco profesional? —pregunté, poniendo el auto en marcha—, pero pensándolo bien, es un buena idea.
Crystal comenzó a soltar una risa bastante fuerte, que no me contagiaba como las veces anteriores, en donde ella reía y yo la seguía porque es de risa contagiosa, ésta parece estar cargada de broma y sarcasmo a la vez.
—¿Estás bromeando, verdad? Porque yo te estaba jodiendo.
Muda, así es como me quedo. ¿Crystal estaba jugando conmigo? Nunca se me ocurrió que fuese una broma, es más, ya lo había estado considerando por más que no fuese profesional. Solo quiero dormir un poco más, solo eso.
Cuando llego a casa, después de dejar a Crystal en la suya, Fievel me recibe con alegría, moviendo su cola de un lado a otro, mi hermana aparece detrás de ella.
—Lleva un buen rato esperándote —dice Taylor.
Somos cuatro hermanos —conmigo—, Ryan es el mayor, lo sigue Taylor, yo soy la tercera y Scott el más pequeño. Ryan y Scott se parecen, ambos de cabellos castaños pero sus ojos son diferentes, Ryan los tiene verme como los míos y el otro, marrones como Taylor, sin embargo, ella es rubia y yo pelirroja. Casi ni nos parecemos en nada.
—Ay, ella, estaba esperando a su mamá —me agachó para quedar a la altura de la perrita, que empieza a lamer mi rostro—. Sí, ella estaba esperándome.
—¿No piensas saludar a tu hermana?
Dejo a Fievel, me acercó a ella, para saludarla pero se niega, poniendo cara de asco.
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El Amor Viene De A Tres ||Dylmas + Holland Roden|| [En Edición]
De TodoHISTORIA TERMINADA, SE ENCUENTRA EN EDICIÓN... Thomas y Dylan, quienes llevan más de tres años en pareja, han decidido dar el siguiente paso... No, no van a casarse, quieren tener un hijo, de la manera tradicional. Deciden poner un aviso en internet...