Dybbuk [OffGun]

Capítulo 1

Off

La alarma seguía sonando, pero ninguno de los dos hizo nada por apagarla. Escuche a Rome, mi novio, murmurar algo ininteligible antes de levantarse, le tomo unos segundos mas golpear el aparato molesto, que aun hacia ruido antes de volver a la cama.

Estire mis brazos para abrazarlo contra mi pecho, realmente lo había extrañado. Solo fue una semana, una semana muy larga en la que no lo vi ¿Por qué sus padres debían vivir tan lejos?

Acomodo su cabeza sobre mi hombro y estiro el cuello para verme, sus ojos medio cerrados por el sueño, sus labios se estiraron en una sonrisa, mostrando sus lindos hoyuelos.

—Me gustaría quedarme así para siempre— murmuro antes de cerrar los ojos.

—¿Estas realmente cómodo? —le di un beso en la mejilla sonrosada, respirando su dulce aroma.

—No hay lugar más cómodo para mí, que este— bostezo antes de alejarse estirando los labios en un puchero— pero se hará tarde.

—Trabajare muy duro y ganare suficiente dinero para que no tengas que despertar temprano— acomode su cabello revuelto a un lado— ya lo veras.

—Por los próximos dos años, aún tengo que hacerlo.

Ambos salimos de la cama, Rome busco en su bolso su uniforme de la universidad mientras se quejaba porque estaba muy arrugado.

—Yo lo plancho— le quite la ropa de la mano y lo empuje hacia el baño— date prisa.

Rome se tomaba su tiempo cuando se duchaba, no sé qué tanto hacía, pero me dio el tiempo suficiente para planchar su uniforme e intentar preparar su desayuno.

Intentar es una palabra muy linda, realmente no sirvo para esto. Tire el segundo huevo quemado al bote de basura y saque la bolsa de pan.

En eso soy muy bueno, las tostadas perfectas, con un color marrón uniforme y crujientes. Pique un poco de fruta, estaba poniéndolo todo en un plato cuando la puerta de la habitación se abrió. Rome aún tenía húmedo el cabello y estaba abotonando su camisa.

—Ignorare el humo y el olor a quemado— tomo una de las tostadas y la mordió— gracias.

—Fue la tostadora.

Rome asintió lentamente mientras masticaba.

—¿Vendrás esta noche? —pregunte unos minutos después, mientras Rome guardaba sus cosas en su mochila.

—Lo siento, no podre—Se acomodo la mochila sobre los hombros y tomo las llaves— Mis padres pagan cada mes ese dormitorio, debería usarlo algunas veces ¿No crees?

Tome su rostro en mis manos y me acerque presionando mis labios sobre los de él, sintiendo su suavidad y calidez. Suspiro cuando me aleje.

—¿Qué fue eso?

—Un beso— me reí.

—Lo sé, no sueles hacer esto— acaricie su suave mejilla, sonrió— estas actuando muy lindo hoy, debería irme lejos otra vez.

Negué antes de mirar la hora en el reloj de la pared— Te llevare, llegaras tarde.

Negó— Tengo el tiempo justo, si me doy prisa llegare a tiempo.

—Por eso te llevare— me acerque a él, que ya estaba junto a la puerta— será más rápido.

—No es necesario— abrió la puerta y me miro— llegare a tiempo.

Suspire cuando la puerta se cerró.

Me di una ducha rápida y me arreglé para ir a trabajar. Estaba abrochando el reloj en mi muñeca cuando mi teléfono comenzó a timbrar. Un número desconocido apareció en la pantalla.