Capítulo 25

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Gun

Me di la vuelta en el sillón para quedar de frente a la televisión, mis ojos comenzaban a cerrarse, tenía mi cabeza reposando sobre las piernas de Off y sus manos continuaban cepillando mi cabello.

Estábamos mirando una película de fantasmas, o más bien de un niño que los mira, siempre los muestran llenos de sangre y luciendo horribles para generar miedo.

—Nosotros no somos así —termine diciendo cuando un nuevo fantasma apareció en la pantalla —las almas en pena tal vez lo sean, pero no todos.

Aunque Rome estaba sangrando la primera vez que lo mire, eso creo.

—¿Cómo luces tú? —pregunto, sus dedos se quedaron quietos en mi cabeza.

¿Cómo luzco yo? Cerré los ojos, como si de esta manera pudiera recordarlo.

—No lo sé, no tenemos reflejo —respondí abriendo nuevamente los ojos.

—Como los vampiros.

—Realmente no recuerdo como era, tal vez era feo —moví mi cabeza sobre sus piernas para poder verlo —por eso me rechazaste ¿cierto?

—Ya te dije que ese no era yo.

Aunque se miran iguales, un poco diferente, más joven.

—Pero ahora te gusta como luzco ¿cierto?

Porque me parezco a Rome, porque él extraña a Rome y espera que yo lo sustituya, y termine siendo como él. Off me está mirando sin decir nada, quizás no sabe cómo hacerlo, él sabe que yo lo entiendo, yo se la verdad y no lo puede esconder.

Sus labios están apretados juntos mostrando seriedad, entonces le quite importancia sonriendo, y él se relajó, sus dedos volvieron a moverse entre mi cabello y sus ojos dejaron los míos para recorrer mi rostro por completo.

—No estoy seguro, estas muy gordo —bromeo, porque realmente espero que sea una broma, yo no estoy gordo —solo mira tus pómulos ¿Dónde está tu barbilla?

—Es tu culpa —regrese la mirada a la televisión —compraste un pastel gigante, además, estoy todo el día aquí sin hacer nada.

—Eres como un perrito, debo sacarte a pasear con más frecuencia.

¿Cómo puede compararme con un perro? Ni siquiera me parezco a uno, ellos son más pequeños, con enormes y filosos colmillos y sus ojos negros que te miran fijamente, aunque...

—Esa es una gran idea —me senté recto sobre el sillón, debí pensarlo antes, tener un perro a mi lado es lo que necesito —es aburrido estar solo.

—Iremos a caminar más tarde.

—Hablo del perrito, yo lo cuidare.

—¿Estás loco? ¿Cómo puedes querer un perro? La última vez que estuviste frente a uno casi te arranca la cara.

—Uno pequeño... —insistí, el tamaño no tiene importancia, siempre que no sea ciego.

—Te perderás el impactante final de la película —movió mi rostro con sus manos para que mirara la televisión.

Off continuaba negándose, sus argumentos eran que me mordería, pero si yo soy su dueño no tiene por qué hacerlo. Pero Off no parecía dispuesto a escucharme y cuando intente volver a hablar se puso de pie y se alejó entrando a la habitación.

Suspire, tenía que encontrar la forma de convencerlo. Si Rome estaba cerca y yo no podía verlo, el perro lo haría, aunque no se trate de Rome, puede que algo mas este al acecho, puede estar aquí ahora y yo no me doy cuenta. El pensamiento de que algo me esté observando me pudo nervioso, mire a mi alrededor y mi piel se erizo.

Dybbuk [OffGun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora