El momento de luchar

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Jungkook sonrió como un bobo enamorado.

-Yo también te amo, Jimin.

Las palabras le salieron solas. De repente su móvil vibró. Seokjin.

Frunció el ceño.

-¿Pasa algo, Jeonnie?

-Ya están aquí. Quédate en casa. No salgas hasta nuevo aviso. Te prometo que no les dejaré poner un dedo encima de ti, jurado.

Jimin estaba muy asustado, no quería dejarlo ir, no quería que esa fuera su último momento juntos. Pero un gran poder conlleva una gran responsabilidad, y tenía que dejarlo ir.

4 minutos más tarde

Salí de casa de Jimin con el traje ya puesto, y los vi. Había una gran explanada frente ese bloque de edificios, y ahí estaban. Llevaban trajes negros de neopreno y máscaras con forma de calavera de pájaro. Realmente asustaban.

-Jungkook, estamos aquí.

Miré. Eran Namjoon, Hoseok y Seokjin.

-Yo estaré aquí por si necesitas alguna reparación o cualquier cosa,-dijo Namjoon-Hoseok y Seokjin en este tiempo estudiando a Kōenji han aprendido artes marciales también, estoy seguro de que te serán de ayuda.

Salimos a la explanada y los miramos.

Uno de ellos habló mientras tiraba su máscara al suelo.

-Oh, pero si es el pequeño Joon, que rápido creces, hermanito.-sonrió. Era un joven apuesto, de eso no cabía duda. Pero también tenía un semblante cruel, de los que intimidan, y una cicatriz en la mejilla.

-¿Hasta cuando vas a seguir así, Taehyung?-replicó Namjoon.

-Hasta dominar Seúl y su poder económico.

Otro se quitó la máscara.

-Y estamos muy cerca, lo único que nos lo impide es ese intento de superhéroe fallido, Spiderman. Pero todo acabará aquí y ahora. Recordad mi nombre, soy Min Yoongi, yo y mis reclutas os haremos desear no haber nacido nunca.

Miró a Taehyung y este asintió. Tragué saliva. Podría decirse que estaba un poco acojonado.

Este sacó un cuchillo rápidamente y empezó a correr hacia nosotros, pero pude interceptarlo y arrancárselo de la mano con un disparo de mi telaraña. Hoseok aprovechó para hacerle un placaje y reducirlo, pero era un hueso duro de roer. Lanzó a Hoseok a un lado con una patada, a lo que yo respondí empujándolo y tirándolo al suelo. Con mi telaraña improvisé unas esposas y le di un golpe en la cabeza noqueándolo.

Guardé el cuchillo e inmediatamente intercepté dos ataques por la espalda, de unos esbirros poco cualificados. Hoseok estaba en pie y tenía los demás bajo control.

Sólo quedaba Min Yoongi.

SPIDER BREAKER | kookmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora