3° Parte - Etapa de Transición

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Resumen: Jin Guangyao sabía que su resolución era débil en presencia de Lan Xichen.

Notas: Holaaaa, vuelvo otra vez a joderles la existencia con mis fics! Nueva actualización XiYao arriba, espero que les guste y me digan qué les pareció!

El Arte de Destruirlo Todo

Etapa de Transición


—¿Puedo decirte algo que estoy pensando?

—Por supuesto.

—Eres adorable así de grande.

Pudo sentir como una vena palpitaba en su sien. ¿Así de grande? La indignación se manifestó en sus mejillas.

—¿Grande? —susurró quedo, evitando enojarse por la confesión mencionada.

—No te enojes, GeGe, es que eres pequeño, y ahora cargas a mi sobrino; tu rostro es tan suave y tu cabello parece brillar —explicó Wei WuXian, soñador, rodando por la cama que recién su sirviente había terminado de ordenar.

El nivel de confianza ya lo estaba asustando.

¿Dónde estaba Lan WangJi?

Apartando el enojo, carraspeó. Con la lentitud que le confiere su condición, se incorporó cuidadosamente del cojín donde hacía segundos estaba sentado, caminando a la repisa que estaba ubicado en la esquina. Agarró el cepillo de bambú con el que peinaba sus hebras, cuyo valor sentimental era más que el monetario, y procedió con cuidado, alisando los mechones castaños, notando vagamente como estos parecían deslizarse con facilidad sobre sus hombros.

Su rostro viró a la derecha, observando por el gran ventanal el acantilado que suministraba agua a todo Gusu. El cielo nocturno se alzaba apenas, y los manchones carmesíes poco a poco iban ocultándose. Si calculaba con cuidado, podía argüir que ya estaban sobre la hora de la cena.

Dentro de unos momentos, se cumplirían las primeras veinticuatro horas en cautiverio.

El día que transcurrió hacía unos momentos, fueron horas muertas para él. Su noche estuvo llena de molestias y dolores, la madrugada transcurriendo en inquietud debido a la hinchazón en sus pies y los dolores en sus extremidades. Fue imposible para él conciliar adecuadamente el sueño; y sólo cuando pudo observar la alborada pintar lentamente el amanecer, su rostro fruncido fue adquiriendo tranquilidad, hasta que la somnolencia le venció.

La primera imagen que se dibujó cuando abrió sus ojos empañados, fue la figura de Wei WuXian observándole con preocupación, preocupación que parecía acrecentarse gracias al feo cárdeno que adornaba la comisura de su labio derecho, extendiéndose hasta su mejilla.

Sentía curiosidad por el golpe que recibió. ¿Quién habría sido tan bruto y estúpido como para pegarle al esposo del Segundo Jade de Lan? La curiosidad creció, junto con el espeso y raro silencio que se formó ahora que realizaba la acción de peinar sus cabellos. Wei WuXian había demostrado en menos de un día que no podía permanecer mucho tiempo en silencio.

Por lo que le resultaba extraño su mutismo.

Culminó con la acción de peinarse, y se giró, sólo para encontrarse a Wei WuXian sentado al borde su cama, observándole embelesado. Ahora entendía su silencio. Jin Guangyao no pudo evitar sentir cierta debilidad por su rostro aniñado, envuelto en fascinación.

Y sólo se acrecentaba más estando en el cuerpo de Mo Xuanyu.

Le sonrió levemente, caminando en su dirección, sólo para pasar a su costado izquierdo e ir en dirección al ropero que guardaba sus túnicas. Elegante para estar en sus pabellones familiares, pero no para una reunión oficial. Como sólo era una cena en el refectorio del clan, escogió una túnica sencilla de tono bruñido con esbozos sutiles de gorriones en las mangas. En vista de que no había ingerido nada en todo el día por haber permanecido dormido (y que por favor Nie Mingjue no se enterara porque lo reprendería tanto como para seis vidas), terminó de vestirse, sólo sintiendo segundos de duda por la presencia de Wei WuXian. Aunque éste tuvo la delicadeza suficiente de permanecer a espaldas, esperando que Jin Guangyao terminara de arreglar su túnica sobre la prominente hinchazón.

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