6° Parte - Engaño completo y certero

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Resumen: Jin Guangyao logra que Nie Mingjue se case con él, y todo está saliendo de acuerdo a su plan. El único inconveniente que le intriga, es la desaparición del esposo de su antiguo amor y Wei WuXian.

Notas: Holaaaaa, vengo con nueva actualización. Espero que lo disfruten y meper donen (?)

Advertencias: el Guayabo siendo un enano manipulador, lo común, y ah sí, casi NieYao, al final.

El Arte de Destruirlo Todo

Engaño completo y certero

Lo que sostiene su mano es un pergamino blanco, le adornan esbozos de peonías doradas. El sello de esta particular misiva tiene dibujado el elegante emblema de la secta Jin Lanling en representación.

Habría ignorado dicha misiva, de no ser porque se entregó en sus manos por parte del sirviente principal del clan como una invitación a un evento sin precedentes que se celebraría la semana entrante, al atardecer. Era una fecha especial para festejar la unión entre el mundo espiritual y el terrenal; así que, tal suceso debe de ser de gran importancia como para llevarlo a cabo junto con el día conmemorado.

La aprensión se acentúa en su estómago como un naciente fuego, consumiéndolo todo. Pudo percibir sus manos comenzar a temblar ligeramente ante la inusitada desconfianza que iba surgiendo en el fondo de sus reminiscencias. Traga saliva, liberando el sello con un destello índigo de su energía espiritual.

Al instante, una serie de palabras fueron dibujándose sobre el blanco pergamino, una exquisita caligrafía que conoce fue esbozándose con parsimonia deferencia.

Lee con detenimiento, percibiendo al instante que la incomodidad y la aprensión fue sustituida por el horror de la realización.

De que algo de esa índole finalmente suceda.

La mano que sostiene la misiva comenzó a temblar, amenazando con destruirla, hacerla cenizas sobre su palma y desaparecerlas, así como deseaba desvanecer la desazón que pugna por romper su corazón.

Volvió a tragar saliva, sintiendo cómo un nudo en la garganta le tranca la respiración. Las comisuras de sus ojos arden, amenazando con hacerle derramar lágrimas de desdicha y arrepentimiento.

¿Por qué debería sentirse así?

No supo en qué momento la carta cayó de sus manos, yendo directamente al suelo. Pero antes de que ésta tocara la fría madera, una mano ágil la agarra a tiempo con delicadeza. Lan Xichen repara en la figura que se dibuja frente a él, notando pronto a su esposo, Jiang Cheng, sostener la invitación, leyéndola con avidez.

La figura a su frente sólo está con su túnica de interior de seda blanca apenas ajustada a su cintura, dejando entrever un torso curtido y blanquecino; sus hebras están húmedas aún, reposando delicadamente a cada lado de su hombro, aludiendo al hecho de que hacía realmente poco salió del baño.

Él lee la carta, y Lan Xichen pudo notar, no sin desasosiego, como una sonrisa cínica, oscura y mórbida rompe con lentitud su rostro circunspecto.

Adversa desazón siente en ese momento por su esposo, quebrantando aún más su corazón.

Transcurrieron tortuosos segundos hasta que Jiang Cheng finalmente terminó de leer la misiva, entregándosela con cuidado.

—Bueno, ciertamente ha hecho rápido su movimiento —comentó con seriedad, pero aún podía percibir que la noticia le había alegrado de una forma insana.

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