2. Bienvenido al infierno

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Estuvo muy tentado a marcar en varias ocasiones al número de Sicheng, el muchacho le había causado una buena impresión y esperaba que las cosas se fueran dando de manera natural entre ellos, pero debía mantener la calma; su principal objetivo por los momentos era encontrar pruebas en contra de John Seo. Más tarde podría salir con Sicheng y confesarle que era un policía.

Esa noche se estaba preparando para salir junto a Jaehyun al bar, con suerte podría ver al bello barman y entablar una conversación. Durante todo el viaje, Jaehyun estuvo molestándolo porque andaba todo distraído y sonriente, su amigo más alto alego que podría tratarse de una mujer y que era un maldito bastardo por no contarle nada. Era mejor que creyera eso, Yuta no quería que nadie se enterara de su homosexualidad, si ya era malo tener que sacar a Jaemin de problemas, no quería tener que lidiar con sus compañeros por ser un policía gay.

Retomando el asunto del caso Seo, el jefe Wong había descubierto quien era el tal canadiense Lee: Mark Lee para ser específicos. El tipo se había relacionado hace un par de años con John Seo por negocios, y justo como el americano, estaba limpio, ninguno tenía un expediente por delitos menores ni nada. Al menos ya tenían un nombre, era cuestión de investigar más a fondo.

—Recuerda, estamos trabajando, Jaehyun. Nada de andar con bailarinas.

Jaehyun bufó, su amigo siempre arruinaba la diversión.

—Bien, nada de bailarinas.

El local estaba abarrotado ese viernes por la noche, todo lo contrario al día anterior, donde habían unos pocos clientes. No era para nada extraño, es decir, era el inicio del fin de semana y muchos aprovechaban para escapar de sus trabajos y responsabilidades, y que mejor forma para divertirse que alcohol y mujeres.

Los policías buscaron con la mirada la zona VIP, ubicada en la segunda planta del edificio. Custodiando la entrada estaban unos guardias con cara de matones profesionales, aquello dificultaba la tarea de los hombres.

—Mierda.

—Yuta, no creo que amenazándolos con dejarnos entrar y enseñarles las placas sea buena idea. Inmediatamente se correrá el rumor de que hay policías merodeando el local y no creo que sea una opción.

—Lo sé, descuida. Tengo un plan. —Yuta se dirigió en dirección opuesta a la de Jaehyun dejándolo atrás con expresión de confusión.

El nuevo objeto de deseo de Yuta se ve ocupado mientras trata de atender la mayor cantidad de clientes posibles, hay otros chicos atendiendo en la barra, pero hoy el trabajo es más pesado que ayer. Yuta casi siente lastima por el joven hombre. Sicheng se da cuenta de que lo observan y sonríe hacia el hombre pelirrojo, le hace una seña para que lo espere mientras se desocupa. Después de un momento, Sicheng se dirige hacia Yuta, quien está sentado estratégicamente en la barra.

—Has venido. —La sonrisa emocionada de Sicheng hace que él también sonría.

—Me gustaría que fuera por ti y no por trabajo.

No pierde de vista el sonrojo casi imperceptible en el chico, sumado a una risita nerviosa que lo hizo sentir a gusto.

—¿Buscas más información sobre Seo?

—Algo así, esta vez necesito subir al área VIP, pero me temo que dejen entrar a un simple periodista.

—Descuida, puedo arreglar eso.

Sicheng se alejó de su puesto de trabajo para ir con un hombre. Los vio hablar durante unos minutos hasta que el desconocido le entregara una pulsera verde neón al barman, muy rápido Sicheng regresó a la barra y le tendió el brazalete de plástico.

El depredador dentro de mí » Yuta centric!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora