Dos chicos, una chica y una copa

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Los veranos en la década del 90 eran larguísimos, o por lo menos yo ahora los recuerdo así. Será que la distancia ya hizo su trabajo, y me hace recordarlos de esta manera? Después de todo, los años siguen teniendo 365 días, y los veranos siguen durando 3 meses, O no?. Bueno, no importa, lo que importa fueron los hechos acontecidos.

No recuerdo muy bien si fue allá por el 94 o 95, cuando mi amigo Patricio se puso de novio. En ese entonces, donde apenas superábamos la veintena de años, esto era todo un acontecimiento. De novio? Con veintipico de años? Ni loco! "Eso es para los más grandes", pensaba yo. Él vivía en el barrio de Saavedra y yo ya me había mudado a Villa Martelli, de movida ,esto hizo que juntarnos fuera un poco más difícil, pero nunca dejamos de hacerlo y este noviazgo era una prueba más a nuestra amistad, o por lo menos así lo sentí yo en ese momento.

Todo esto, que a mi entender amenazaba toda la infraestructura montada para las salidas, los códigos de amigos y los tiempos de juntos al pedo, terminó siendo todo lo contrario. Ana, que así se llamaba su entonces novia, era una mina espectacular. Se prendía en todas nuestras locuras y nunca pero nunca se interpuso en nuestra amistad. Es más, la alentaba y fomentaba a que creciera. Me acuerdo que yo siempre le decía que ojalá algún día encuentre una chica como ella, pero el tiempo me deparó otro destino igual de interesante... pero esa es otra historia.

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Creo que fue a principios de Febrero, cuando jugamos al juego de la copa por primera vez. Estábamos muy aburridos realmente y hacía mucho calor. Era un viernes por la tarde, creo que tipo 6 o algo así. Pensábamos que hacer, porque no estaba como para salir tan temprano, y en esa época donde lo más parecido a una red social era ir a tomarte una cerveza a la "Facha de Aurelio", que estaba cerca de la estación del tren, y esperar a ver si pasaba algún conocido y ver que hacíamos.

Estábamos en la habitación de Pato evaluando si jugar al Risk o al 1914, ya que solíamos pasarnos horas viendo quien conquistaba al mundo primero, cuando salió el tema... así de la nada.

-Che, sabés que el martes jugamos al juego de la copa con Ana en la casa?- Me dijo mientras buscaba en el estante donde estaban todos los juegos de mesa. -Es re loco! No sabés el cagazo que teníamos.

- En serio?- Le dije. -Y que onda? es verdad que hablas con espíritus?

- En verdad no se que es lo que pasa. La copa se mueve y va escribiendo palabras, pero cuando le preguntábamos cosas que ninguno de los dos sabía, la copa nos mandaba cualquier fruta.-

-O les mentía.- Le dije yo mientras me arrimaba más al ventilador. -Capaz miente o simplemente sean ustedes mismos que mueven la copa y por eso nunca dice nada que no sepan.-

Patricio, se quedó como pensativo y me retrucó -No, no creo. Una cosa es la sugestión y otra es mentirte a vos mismo. Más cuando estás seguro que la copa se mueve sola.-

- Sola? - Le pregunté. - Mirá si un objeto se va a mover solo? O vos decís que ahora tienen poderes mentales?- dije riéndome.

-No tarado!- Dijo medio enojado - Si querés la llamo a Ana así lo podes comprobar vos mismo.-

- Llámala! - Lo apuré...

Y eso hizo. Se fue a buscar el teléfono inalámbrico y arregló todo delante mío. Me acuerdo perfecto que le preguntó si quería venir. Que estaba yo y que no le creía lo que habían hecho el martes pasado. Se ve que en Villa Urquiza hacía tanto calor como en Saavedra, porque le dijo que ni loca iba a venir con este tiempo. Así que hablaron un rato más de cosas que realmente no escuché porque me fui a la otra punta de la pieza a contemplar el Boba Fett que tenía en una repisa, custodiando todos sus libros.

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⏰ Última actualización: Jul 30, 2019 ⏰

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