32. Memorias

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Se siente extraño tenerla en su departamento. Tan extraño como volver a admirar ese rostro que alguna vez fue todo para él.

El alfa aprieta sus dedos contra sus palmas como si eso fuera a ayudarlo a relajarse, pero lo cierto es que no sabe a qué se debe su presencia siendo que aquella última vez que se vieron lo dejaron todo claro. O es que la omega no lo entendió así.

La adultez en la omega no es impedimento para que su rostro no proyecte la expresión como YoonGi la recuerda, de una adolescente arrepentida por sus travesuras.

—Se lo que piensas de mi, con solo ver tu cara al dejarme entrar lo dice todo.—responde ella.

—Y si sabes lo que pienso, ¿Porqué estás aquí?—responde el alfa, tan directo como su mente se lo permite.

Ella lo mira unos segundos, pensando si volver a hablar es lo mejor, pero sus ojos muestran un brillo envalentonado.

—Porque no dejo de pensar en que te sigo amando como la primera vez.

El cuerpo de YoonGi se crispa al escuchar las palabras de la omega.

—Como la primera vez... —El alfa habla, pero no respondiendo a la mujer en cuestión, sino a su propia mente, buscando el recuerdo exacto de esa primera vez. Si, fue hace bastante tiempo, cuando él aún tenía 17 y continuaba en la secundaria.

"Deja de ser un cobarde, si no vas y hablas con ella, otro chico se la llevará, no seas tonto" le había dicho su mejor amigo NamJoon en una fiesta a la que habían ido, y si bien el alfa seguía con la idea de encontrar al pequeño omega "destinado" que conoció en el parque, el tiempo hace que el cansancio llegue y las miradas se pongan en otras posibilidades.

El vio esa posibilidad en Suran.

Entonces la encaró en esa dichosa fiesta y obtuvo más que un beso, porque la chica era de su clase, y él la veía con frecuencia pero jamás tomó iniciativa de nada, hasta ese momento. La omega lo acepto y fueron novios.

Fueron todo hasta que ella decidió que acostarse con otro alfa era una buena opción, aun si seguía en una relación con YoonGi. Y eso a YoonGi le permitió plantearse en buscar a su destinado de nuevo.

Y lo encontró.

—YoonGi... —susurro la omega al ver que el alfa estaba en cualquier otro lado menos en la conversación que tenía con ella. El alfa parece haberla escuchado porque volvió en sí, mirándola, mientras que una pequeña risa brota de su labio.

—No se si lo notaste, pero mi casa entera huele a omega en celo, y yo soy muy estúpido por dejarte entrar aquí, ahí esta tu respuesta.— y cuando menciona aquello, Suran expande sus ojos, asustada porque el alfa no le está mintiendo, el aire cargado de... otra persona. El terror en su cuerpo se acrecienta rápidamente como su falta de juicio, ella se abalanza encima de YoonGi, apretándose contra él en un abrazo brusco.

—No me digas-no me digas eso porque no lo soportaría... —la omega comienza a sollozar en el pecho ajeno—. Aun siento cosas por ti, y yo se que sientes lo mismo por mi, solo dame una oportunidad para enmendar mis errores.

—Detente Suran, no tien- —los labios de la omega están sobre los del alfa tan rápido que detienen todo discurso por decir. Vuelve a sus viejas memorias la textura de los labios de su ex novia, suave pero a la vez rudo. Como lo es ahora. Ella finalmente se aparte del cuerpo del alfa, con las mejillas ruborizadas.

—Piensa en lo que te dije hoy, voy a volver a buscarte en tu trabajo cuando regreses.—y con esa petición ella se retira lo más silenciosa que su cuerpo le permite, como si todo lo que necesitó hacer o pedir estuviera resuelto.  

El alfa suelta un jadeo al escuchar la puerta ser cerrada. Y un nudo en la garganta se le formó sin poder detener aquello.

Porque HoSeok está en su habitación y pudo haber escuchado todo.

Porque no la apartó de inmediato.  

Porque su beso sigue siendo dulce.





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Editado y corregido: 13/01/2020

✿❀Letras con esencia de vainilla❀✿ [YoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora