Altera Anima (Bizarro x Lex)

ALTERA ANIMA (BIZARRO X LEX)

Lex Luthor, uno de los millonarios más destacados del país, pionero en la industria, todo un emprendedor y empresario, calculador y estratega de élite, un hombre solitario y sin nadie que lo aprecie o ame en aquel mundo donde cada persona tenía una marca que indicaba su alma gemela. Hay quines nacieron con ella, otros que la desarrollan más tarde y otros que por desgracia no llegan a vivir lo suficiente como para ver su marca ni mucho menos a su alma gemela.

Nadie sabía eso del multimillonario aunque no se sorprenderían si lo escucharan, incluso algunos dirían que sería algo normal ya que aquel individuo era tan frío y calculador que a veces parecía que no tenía alma. Para Lex no era un problema, nunca había considerado esencial o realmente lógico aquello de las marcas y almas gemelas; las relaciones las veía como algo donde podía beneficiarse o perjudicar a quien quisiera si usaba bien sus cartas; el amor solo lograba enturbiar la mente humana así que pensaba que aquello era algo inútil y que no estaba hecho para él.

Ni siquiera entendía porqué dos personas que tuvieran la misma marca tuvieran que estar unidas para siempre, las cosas como el matrimonio siempre eran enlaces para beneficiar a ambas partes, tal y como hicieron sus padres que, a pesar de que no compartían la misma marca, se casaron para enriquecerse más ¿por qué alguien iba a malgastar algo que le pudiera beneficiar sólo porque quiera estar con alguien que supuestamente es tu otra mitad o porque la amas? Era un sin sentido, el amor no existía ni existiría jamás.

Eso es lo que siempre había pensado y que no cambiaría de opinión.

O eso creía.

No fue hasta que un día sus ojos se cruzaron con los de aquel ser que se asemejaba a un dios justo y benevolente. Era amado y respetados por todos, siempre estaba allí para salvar el día, Superman, un ser tan lleno de luz que incluso llegó a Lex pero este era tan obstinado y orgulloso que jamás admitió su amor sino que lo vio como un intenso interés hacia alguien que, si lograba engatusarlo y que cayera a sus pies, podría beneficiarse de su fuerza y su influencia por lo que hizo de todo para conseguir llamar su atención y enamorarlo.

Faltaba muy poco, Superman empezaba poco a poco a enamorarse del millonario a pesar de que al principio fue escéptico y no creía que un ser tan retorcido como Luthor pudiera tener corazón pero pudo ver algo en él; incluso llegó a pensar que era quien tenía la marca del murciélago que tenía desde que nació. Aquellos días sin duda para Lex fueron los mejores, nunca lo quiso admitir pero realmente actuaba como un enamorado, ni siquiera podía pensar en cómo usar al superhombre, solo pensaba en estar con él y cómo volver a sorprenderlo, ya fuera con otro ramo de rosas, con una cena romántica o con alguna escapada romántica fuera del país.

Siempre se decía que aquellas muestras de afecto no eran reales, que solo las usaba para manipularlo pero no era cierto. Nunca creyó que pudiera sentir algo en su corazón pero con el kriptoniano sentía un gran calor en su pecho y sus ojos que antes veían todo lo malo del mundo ahora solo veían luz.

Todo era maravilloso para la pareja hasta que, un día, Superman descubrió quien era realmente su alma gemela y acabó alejándose del millonario.

Se sentía tan dolido, ya había sufrido en el pasado pero aquella sensación de abandono y traición cuando su madre los abandonó para irse con su alma gemela, fue demasiado para él y acabó siendo más cruel que antes. Ya no podía fiarse de nadie, su corazón había vuelto a esconderse tras su armadura y puso de nuevo su máscara de superioridad y frivolidad.

Si ya no podía utilizar a Superman haría otro mejor, uno que pudiera moldear a su gusto, uno que no le abandonara por una marca; un clon de él.

Fue complicado y costoso pero al fin lo logró, pudo conseguir una réplica de Superman. Lo tenía justo delante de sus narices formándose en el tanque de gestación y conforme pasaba el tiempo, lo que empezó siendo un feto, apareció como un bebé y justo ahí Lex notó un dolor extraño en la espalda pero no le dio importancia hasta que cada día el dolor se hacia más presente al igual que una extraña anomalía que vio en el tanque del clon, una anomalía que se presentaba justo en el lado donde le dolía al millonario por lo que, horrorizado, fue a ver al fin qué era lo que le provocaba tanto dolor y vio lo que tanto había despreciado: una marca, una igual que la que veía en el clon.