ex de verdad | nct kun

-; ０６

... Se un Ex de Verdad y trátame mal. Ayúdame con eso.

Llegamos a dicho lugar. Tomamos asiento en la misma mesa que solíamos escoger.
El sentado frente a mi, mientras de fondo tenia vista al parque en el que tuvimos nuestra primera cita.
Siento algo muy fuerte dentro de mi, algo al que le llamamos: Melancolía.
Estar en ese lugar me trae mucho recuerdos, y en verdad me lastiman.

El noto que estaba un poco tensa y hablo.

—Estaba pensando en que deberíamos de hablar— Solto.
—¿Qué?—
En ese momento no lo pensé, lo dije.

—¿Quieres hablar?—
Dije en un tonto un tanto sarcástico.

—¿De que quieres hablar?—
—nono, mejor ¿Porque hasta ahora? —

Pregunte un tanto molesta, y creo que había tomado por sorpresa a Kun mi reacción. Jamas le había alzado la voz ni mucho menos había actuado de esa manera.
Pero todo lo que dije era verdad ¿Porque hasta ahora?

Yo se que desde que terminamos nunca me preste para poder hablar con el pero, vamos el también jamas volvió a insistir. Y aun que me niegue a aceptarlo, me hubiera gustado que el hubiera insistido tan solo un poco más.

Antes de que volviera a decir una palabra más, seguí hablando.
—¿Que estas haciendo Kun? —
Dije mientras lo miraba fijamente a los ojos.

—Te fuiste de mi vida, y ahora vuelves como si nada. Sinceramente estoy muy confundida y tu lo sabes, sabes perfectamente que soy débil y que cualquier cosa que me digas o hagas estaré ante tus pies, así que por favor, te pido que pares. Se que lo que dire sonara demasiado estupido pero te pido que seas como un Ex de Verdad—

Su cara era indescriptible.
Ni si quiera yo pensé que seria capaz de decir todo eso. Baje mi mirada y me limite a jugar con mis manos.

—No puedo—

Escuche a el decir.

—¿Qué? Kun agh es demasiado fácil, solo tienes que ser un patan y fingir que jamas existí.—

—De verdad, que no puedo—

Levante un poco mi torso para acércame y tomar sus hombros con mis dos manos.

—Solo tienes que tratarme mal—
Dije mientras fingía frustración.
Su mirada no se apartaba de mi rostro, y yo tampoco la quitaba.

—Ayúdame con eso—
Volví a hablar casi en un susurro.