•One Shorts• Sagitario x Capricornio [Terminado, pero en edición]

✵Cariño✵

Gestalt x Izo

Aquella mañana era cálida, el viento de esta estaba dañando sus mejillas que pronto sintieron frío.
Veía aquel horizonte queriendo regresar a su ciudad natal sin embargo no podía, era un caballero de Athena.

Su único amigo cercano a él era el santo de capricornio y era el único que lo comprendía.

Hoy se cumplían cinco años desde que perdió a su amado caballo llamado Tanya otro de sus amigos él cual lo dejo cuando enfermó.

—¡De nuevo aquí!— una mano se posó sobre su hombro.
Volteó a mirar al caballero.
—¡Eres tú!—
—¿Esperabas a alguien más?—  tomó asiento al lado del Sagitario.
—Creo que no— sonrió.
—Gestalt soy tu único amigo y comprendo tus sentimientos, ¡Vamos! ¿Que te sucede?— preguntó.
—Nada—
—Gestalt ser frío no te queda bien a menos que fueras un Capricornio como yo o un Acuario como Mistorya, pero no eres todo un Sagitario con sentimientos sensibles y no creo que no te pase nada— hablo ligeramente.

Su amigo estaba perdido en aquella mañana de abril y trato de recordar si sabía algo que le tuviera que ver con el semblante triste de su compañero.

—¿Izo nunca has sentido como si algo te faltará?—
—Mmmm— no parecía comprender aquellas palabras de su amigo.
—Lo que escuchaste— susurro su amigo.
—Por ahora nada me falta Gestalt, tengo tu amistad, la de Dohko, Mistorya, tal vez todos los santos aquí son mis amigos, pero tú eres el mejor, no creo que me falte algo, todo lo que necesito está aquí— sonrió —Ya... ¿Qué sucede?—
—Mm extraño a Tanya—
—¿Tu caballo?— preguntó.
—Era más que un caballo era mi amigo—
—Hay Gestalt... Vamos creo que a Tanya no le gustaría verte de esta manera— lo volteó a ver —¡Oh por Zeus!— suspiró —Tu no eres así, siempre eres alegre y eres tan  obtimista, todo lo vez por el lado bueno, tal vez Tanya ya tenía que partir—
—¡Tienes razón Izo!—
—Un Capricornio siempre la tiene— hecho a reír junto con el otro.

Después de tener un buen entrenamiento y estar agotado, Izo llegó al décimo primer templo que ocupaba el caballero de acuario.
—¡Vamos Mistorya solo unos cuantos euros!—
—¿Para que o que?— preguntó Mayoría desinteresado.
—Hay por favor—
—Esta bien, te prestaré el dinero que necesitas, por qué se que es un milagro que casi estés implorando que te lo presté, ya que no es propio de tí—
—¡Hay acuario ya no me hagas sentir tan poca cosa!— dijo serenó.
—Bien— le extendió una bolsa con el dinero que necesitaba.
—¡Gracias... Te lo devolveré lo más pronto posible!— sonrió y salió corriendo del templo de acuario.

Llego hasta una villa cercana donde criaban desde cabras hasta caballos.
Su idea fue ir a pedir prestado al tacaño de Mistorya para hacerle un regalo a aquel arquero que desde que recordaba había sido su amigo y guía en el santuario.

—Ocupo un caballo— le hablo a uno de los granjeros que conocía.
—Al fin tienes el dinero suficiente muchacho, hace cinco años viniste a preguntar sobre el precio de uno de mis mejores caballos—
—Si al fin complete el precio que me dió—
—Bien pues es todo tuyo... Bueno tuya ya que es hembra y pronto tendrá una cría, creo que estoy pensando modificar el precio—
—Hay por favor... Tengo cinco años juntando este dinero ¡Por favor!—
—Ya te dije que es todo tuyo—
—Tome el dinero— le extendió una bolsa de color café con unos euros.
—¡No muchacho... Tómalo como un regalo!— sonrió el extraño con quien estaba negociando —Tal vez tuviste que trabajar muy duro para juntar el precio que te di y bueno yo no necesito del dinero, tengo todo lo que necesito en esta granja, además tengo otras dos yeguas en cinta y no puedo cuidar de tanto... Así que llévatela.
La primera vez que viniste dijiste que era para un amigo tuyo el cual acababa de perder a su caballo, así que tómala como buen gesto de mi parte— hablo el anciano.
—¿Encerio?— sus ojos brillaron ante aquel regalo que recibía —¡Muchas gracias señor!— hizo una reverencia ante el dueño de toda aquella granja y tomo el bozal de aquella yegua blanca para dirigirse de nuevo al santuario.

Al menos podía esperar una sonrisa de Gestalt cuando observará el regalo que le tenía preparado.

—¡Por favor Shion ayúdame!— dijo sosteniendo a la yegua —Prometo ayudarte con Dohko... Es más hasta cocino para ustedes dos, en una cena romántica a la luz de la luna y de algunas velas—
Una buena oferta que le ofrecía a Shion.
—Izo es de madrugada, me despiertas y tratas de chantajearme— suspiró —Hecho... Pero que sea comida China y la mejor—
—Juro que será la mejor que hayas probado en toda tu corta vida—

Espero a que Shion se preparará y después lo teletransportara hasta sagitario.

—Bueno... Tendré que cocinar para esos dos y además hacer de mesero— sonrió.

—¡Gestalt!— se adentro al cuarto del sagitario.
Sus mejillas se sonrojaron al ver al sagitario descansar con el torso desnudo.
—¡Gest!— lo llamo de nuevo y este abrió los ojos.
—Que sea una buena razón por la que me despiertas— lo sentencio.
—¡Valla ni Cardinale se pone así cuando lo despierto de su sueño de belleza por órdenes del patriarca!— sonrió.
—¿Que se te ofrece?— preguntó.
—Te tengo un regaló, es un dos por uno— sonrió —¡Ven!— lo tomo de la mano y lo llevo afuera de Sagitario —¡Mira!— sonrió.
—¡Izo es un caballo!— dijo sonriendo.
—¡No solo un caballo es Yegua y está en cinta!— dijo felíz.
—¡Gracias Izo!— el chico lo abrazó.
—¡De nada!— se separó ruborizado del abrazó.
Sabía que el cariño que sentía por Gestalt era de pareja y no de amigos.
Ese arquero lo había enamorado con sus ocurrencias.
Sintió una presión contra sus labios.
Gestalt lo estaba besando de forma delicada.

—¿Qué estás haciendo?— preguntó con un sonrojo mayor.
—Dándote las gracias— sonrió Gestalt —¡Supongo que ninguno hablara sobre el cariño que sentimos el uno por el otro y las palabras salen...—
—Sobrando!— concluyó Izo tomando la iniciativa de abrazar y besar al centauro.

😍😍😍
¡Huy! Es mi primera vez escribiendo de esta pareja😍.
Las actualizaciones de mi otra novela   serán lentas ya que estoy en exámenes  😓😓 durante toda esta semana😭😭.

¡Nos vemos hasta la siguiente actualización!.