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Jisung, después de tantas semanas regreso a la antigua casa, aquella casa donde se enamoró profundamente.

Cuando abrió la puerta una tristeza lo devoró, los muebles tenían aquella sabana blanca, y encima de ellas se encontraba el polvo.

Corrió hasta subir aquellas escaleras, se detuvo un momento en la puerta de la habitación, el esperaba que Hyunjin estuviera adentro y que toda esa mierda blanca sea una broma, cerró sus ojos y empujó la puerta.

"Nada"

Jisung se acercó al armario y nada, la ropa dé Hyunjin no estaba, ya no había nada de él en aquella casa.
El menor cayó instantáneamente al piso, quiso gritar, quiso desparecer su dolor, pero no pudo.

Perdió a Hyunjin, perdió su otra mitad, perdió.

Las horas habían pasado y el seguía en aquella casa, sabía que Minho pronto llegará y se preocupará de no verlo, con cansancio agarró sus cosas, cada prenda que metía en aquella pequeña bolsa le recordaban las risas que compartió con Hyunjin.

Jisung se puso a recorrer la casa, cómo la primera vez en que se mudó, acariciaba las paredes como si estas le brindaran consuelo, y lo hacían.

Cuando estuvo a punto de irse miró un momento el interior de la casa, dió un gran suspiró y sonrió, agradecido de que Hyunjin fuera esa persona especial con la que compartió tantas cosas.

La puerta se cerró.

Sweetie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora