Procuro Olvidarte

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Todo a su alrededor se encuentra bien cuando está en orden, al igual que su vida. Paulina siempre ha necesitado de las estructuras, los pasos a seguir para sentirse segura por eso en cuanto lo conoció supo que era el hombre de su vida. ¿Y cómo no iba a serlo? Si se ganó sus latidos con solo una sonrisa, ella no lo sabía en ese momento pero lo descubrió semanas después. Además de ser bello, guapísimo, él tenía sentido del humor, era inteligente, la soportaba con todos sus altos y bajos, sincero que le parecía una de las cualidades más importantes, luego de haber descubierto la doble vida de su padre y tenía la capacidad de mostrarle que el mundo podía descubrirse de a dos. Aquello fue exactamente lo que hicieron primero como novios, luego como esposos y finalmente volvieron a destrabar otra puerta en el universo con la paternidad. Todo iba bien, encaminado, parecía que nunca nada iba a fallar porque lo que había entre ellos estaba lleno de lealtad y sinceridad. Eran un vínculo irrompible o así lo percibía Paulina. Lo que ella no sabía es que luego de ingresar a ese vestidor todo se derrumbaría a su alrededor, como si hubiera un terremoto sin alerta previa. Ella jamás lo imagino, ni sospecho, ni siquiera se le cruzo por la mente la posibilidad de que su marido se sintiera de otra forma que no fuera como hombre. Y aquel descubrimiento fue el principio de la tormenta más devastadora de su vida, esa que arrasa, que nació dentro de ella para llevarse todo por delante.

- ¡José María! – no puede creer lo que está viendo y su asombro se refleja en su rostro -¿Qué haces?

Todas las alertas se despiertan en su interior, lo que sea que esté sucediendo está mal. Muy mal.

- Paulina –dice el poniéndose de pie, demostrando que nunca hubiera creído que ella lo descubriera en esas circunstancias –Tenemos que hablar.

¿Hablar? Ni siquiera ella sabe por qué pero no quiere explicaciones, no las busca, no ahora.

- No –murmura aun en su estado de shock.

- El suspira con pesar para poner en palabras eso que hace años retumbaba en el fondo de su cabeza y siempre intento evitar –Soy mujer.

- ¿De qué hablas? –dice ella mirándolo de pies a cabeza.

- Déjame que te explique –le dice acercándose.

- No – él se detiene en su caminata mientras que ve como los ojos marrones de ella comienzan a ponerse vidriosos porque se está enfrentando a la decepción más grande de su vida.

- Paulina, sé que es difícil de entender pero tienes...–le dice intentando que entre en razón.

- Me has mentido –masculla comenzando a sentir como sus manos tiemblan del enojo que está naciendo en su interior – Tu sabes perfectamente lo que eso significa para mí.

- No, es así –aunque sabe que esto tendrá un fin él se acerca para tomar sus manos –Esto no quiere decir nada de lo que sé que estás pensando. Si solo me dejaras que te explique.

- Sus manos juntas, el roce de su piel contra la suya, le quema logrando que las quite con incomodidad – No, no, no –comienza a decir para convencerse mientras que le surge una necesidad de protegerse porque sabe que esto la arruinara por completo- Me traicionaste, has estado casado conmigo por más de diez años y ahora se te ocurre decirme que ¿eres mujer? – José María no sabe que decir para poder frenar todo aquello que esta por oír – ¿Siempre lo has sabido? – él no responde habilitándola a que ella vaya por mas –Oh por dios –dice golpeando el mueble con ambas manos -¿Y es como que se te ha olvidado comentármelo o qué?

- No es algo sencillo de asumir, Paulina. No es como que me he despertado hoy y se me ha ocurrido –dice en su defensa- Esto lleva tiempo.

- Ella vuelve a enfrentarlo sintiendo que la única forma de sentirse mejor es destruyéndolo –Eres un cobarde –sentencia rompiendo el espacio que los separa para empujarlo –Tu, pretendías seguir escondiéndolo. Mierda, es que te he agarrado desprevenido y todo –niega con su cabeza –Todo ha sido una mentira –el llanto la desborda lo suficiente para tapar su rostro con sus manos.

One Shoot's: Paulina De la Mora & Maria Jose RiquelmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora