La alarma de su celular resonó con más fuerza sobresaltándola haciendo que se siente de golpe. Mierda, no dejara de sonar si no apaga la alarma. Siente que le ha pasado un tren por encima de lo tensa que quedo después de haber pensado tanto en el hecho de que ha quedado en que en solo dos días se iría a Ciudad de México así sin más. No se ha detenido ni a cuestionarse que va tener que pararse en frente de una familia que se ha encargado de enterrar su recuerdo por años. Joder, el sonido de la alarma que vuelve a sonar la saca de sus pensamientos logrando que finalmente se estire para tomar el móvil y apagarla.
Se pone de pie para tomar la ropa de trabajo, junto con su ropa interior y una toalla para meterse en su baño. Pone un poco de música para ingresar en la ducha intentando no pensar de más pero se le hace imposible. Que ha decidido viajar al otro lado del océano para rescatarlos, cuando ellos o quizás solo la matriarca de la familia se ha encargado de que su nombre haya desaparecido para todos los demás. Virginia, puff si ya la puede ver casi desmayada en cuanto la vea siendo ella misma en todo resplandor. No sabe por qué pero ese pensamiento la lleva a reírse sin poder detenerse. Comienza a imaginar en detalle a una Virginia que apenas la ve, se toma el pecho con mucho dramatismo y casi se desvanece sobre alguno de los sillones de la enorme casa que tiene. Alucinante.
Luego de salir de la ducha, se seca su cuerpo para comenzar a vestirse y maquillarse. Mientras que repasa su labial brilloso por su boca repiensa lo que le dirá a su jefe para resignar a su trabajo por un tiempo hasta que logré salvar a su ex familia del lío en que se han metido. Le toma alrededor de cinco minutos desayunar, entretanto que revisa los e-mails que le llegaron de las reuniones que tendrá hoy, se apresura a responder para luego enviarle un mensaje a su jefe con quien tiene una cordial y cercana relación. Alfonso fue el único que nunca pregunto de más en la primera entrevista laboral que tuvieron y que solo se centró en la experiencia que había ganado en México por tantos años, la que era demasiada para la corta edad que tenía.
"Alfonso, necesito que conversemos hoy me ha surgido un inconveniente y preciso viajar para poder solucionarlo. Dime a qué hora te busco por las oficinas así te comento con mayor detalle. Saludos, María José"
Termina su café negro para dejar la taza dentro de la pileta de la cocina, abre una de las canillas para que caiga agua dentro y al cerrarla decide emprender su camino al trabajo. Le gusta llegar con algunos minutos de anticipación por lo que toma su bolso, donde lleva algunos de sus expedientes, su agenda, un neceser para retocar su maquillaje, un perfume el cual se vuelve a colocar antes de salir y toma del perchero un saco largo color blanco que le cubre hasta unos centímetros debajo de sus rodillas. Solo tiene que caminar unas cuadras para encontrarse con la escalinata que la lleva directo al metro, es casi horario de entrada por lo que rebalsa de gente nuevamente decide apretarse entre la multitud para llegar con anterioridad al estudio. Al salir del metro le toma solo caminar dos cuadras hasta que llega a la puerta del edificio, en la planta baja la recibe Alma junto con Natalia quienes la saludan con amabilidad. Se pierde por el pasillo para tomar el ascensor que tarda segundos en llegar a su piso, cuando llega a su oficina recibe una respuesta de Alfonso por lo que luego de dejar su saco en el perchero y prender la pc se sienta para leerlo.
"María José, estaré disponible en la oficina a eso de las 11hs que es cuando finalizó la última reunión de la mañana te espero allí y me cuentas"
Pasa parte de la mañana leyendo los expedientes, recibiendo consultas de clientes que deciden solo atenderse con ella y respondiendo llamados telefónicos de otros para hacer consultas sobre sus casos. Cuando quiere recordar llega el horario en que debe reunirse con Alfonso por lo que toma su teléfono, para salir de la oficina y caminar hacia esa dirección, en el camino saluda a sus compañeros becarios intentando no entretenerse demasiado en alguna charla rutinaria. Al llegar golpeó la puerta, escucha cuando le dicen que pase por lo que entra.
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One Shoot's: Paulina De la Mora & Maria Jose Riquelme
FanfictionRecuérdame cuando duermes y adivino lo que sueñas Cuando lejos de nuestra cama es a mí en quien piensas. Historias cortas sobre lo que creo que paso o pasaria entre Paulina De La Mora y Maria Jose Riquelme. Vale aclarar que estos personajes fueron...