Chapter 12: La tentacion de Neo

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El piloto se llamaba Paul y era el encargado de llevarlos a Hawaii. Tardaron varias horas en llegar y, al arribar en Honolulu, ya era de noche. Crash parecía muy impresionado por el lugar, como si nunca hubiese estado en un lugar tan poblado. Después de arribar, se tomaron un taxi

La casa era tal cual Neo la recordaba. Era de una sola planta, blanca, de madera y encima de la arena. Desde los ocho años hasta los veinte, había pasado las vacaciones con su madre. Era sencilla, pero hermosa. Las tejas estaban cubiertas de arena. Recordó que él jugaba solo de niño allí, haciendo castillos de arena. Su hermano nunca había ido con él, porque vivía con su padre, en Inglaterra. Neo tenía su propio cuarto y se despertaba con el sonido de las olas chocando contra las rocas. Pero nunca había llevado allí a Nina. Y su madre hacía varios años que no pasaba por Hawaii.

Neo saco el llavero del bolsillo. La llave de la casa era fácil de identificar por la marca roja que tenia… y porque era la única llave que tenía. Todo lo que tenía que abrir era electrónico para él. ¿Para qué demonios quería una llave, si había maneras más modernas de proteger un lugar?

La sala era amplia y tan blanca como el exterior. Nina y Crash comenzaron a curiosear los rincones, como dos niños pequeños, totalmente maravillados. Neo fue a la cocina y revisó las alacenas. Había sopas, sardinas, verduras envasadas y toda clase de alimentos no perecederos. La heladera estaba vacía y desenchufada. Neo la encendió y comprobó que funcionaba. Ya habían comido una hamburguesa en McDonald, así que no tenían hambre. Solo quería dormir.

—Tío —la voz de Nina salió de la puerta de la cocina—, Hay solo dos cuartos, uno con una cama matrimonial y otro con una cama de una plaza ¿Qué hacemos?

—Bueno, tu duermes conmigo y Crash en el otro cuarto —respondió Neo.

—Bueno, yo pensaba que ustedes dos durmieran juntos y yo en la cama simple.

—No pienso compartir la misma cama con un hombre —espeto Neo.

—No pensabas lo mismo cuando dormías con el tío Tropy.

Neo miro hacia otro lado.

—En esa época, yo estaba muy deprimido —le dijo Neo, con el rostro enrojecido—. Aparte, Tropy es un amigo que conozco hace muchísimos años, tengo esa confianza con el —volvió la cabeza hacia ella—. ¿Por qué no quieres dormir conmigo?"

—Sabes que te podría lastimar con las manos si me muevo mucho —le explico Nina—. Y Crash ya esta desempacando en el cuarto matrimonial. Buenas noches —Nina giro sobre sus talones y desapareció de su vista.

Neo se dirigió al cuarto que había sido de su madre. No podía creer que Nina aun recordara la época en la él y Tropy vivían juntos. Solo había sido un año, antes del experimento de Crash.

Al abrir la puerta, Crash ya estaba acostado en la cama, preparándose para dormir. Resignado a su destino, Neo se paro al lado de Crash.

—Escúchame, mocoso: nada de abrazarme ¿ok? Ni de patearme

—Bien.

Neo comenzó a cambiarse. Se puso unos shorts azules y una remera gris. Se acostó muy en el borde de la cama. Crash no tardo en quedarse dormido. Pero Neo no podía dormir. Su mente estaba embrollada, por culpa de ese marsupial idiota. No sabía por qué…

Hundiendo el iceberg  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora