Todos los chicos habían vuelto a su casa, sanos y salvos. Lorna decidió volver con su querida tía Susurros pero no dudaba en que se volverían a ver.Mientras tanto, Erin se encontraba preocupada por sus amigos, ella quería ir con ellos, pero por cuestiones de mudanza no pudo ir.
“Babys 🍃
¡Hey chicos!
¿Todo esta bien?Gnomo ❤
Si, todo esta bien,
Dipper y Mabel
me lograron rescatar.May May 🎀
¡Y adivina que!
¡WIRT Y DIPPER
YA SON NOVIOS
OFICIALMENTE!¡AL FIN!
Ya era hora chicos.Novio del Gnomo 💚
Tranquilas, que
les parece si vamos
a platicar a la
heladería del
parque, para darle
todos los detalles a Erin.May May 🎀
¡Me parece buena idea!
Todos los chicos se prepararon para ir a la heladería, para platicar sobre el beso de Dipper y Wirt, y sobre como habían salvado al mayor, claro tenían que ocultar la llegada de Lorna, para evita conflictos con la castaña de ojos verdes.
— Así que, Wirt y Dipper — Erin los miraba con los ojos entrecerrados. — Quiero que me den todos los detalles, quien dio el primer paso.
— Pues, se supone que yo iba a dar el primer paso, pero luego me dio miedo, así que, Wirt fue el que dio el primer paso. — Habló Dipper.
— Lo suponía — Dijo Erin divertida.
— ¿Lo suponias? — Preguntó Dipper indignado, llevándose una mano al pecho — ¡Ahora si vas a ver!
Erin se echo a correr y Dipper trataba de alcanzarla, mientras que Wirt los observaba riéndose y Mabel los grababa.
La tarde paso entre risas y anécdotas, y uno que otro beso tierno de parte de los chicos. Su Aun que nadie se había dado cuenta, la noche cayó, aclarandoles que ya tenían que regresar a casa y Erin tenia que ir al día siguiente al aeropuerto.
— Mañana irán a despedirse de mi, ¿Verdad? — Habló Erin antes de irse.
— Claro que lo haremos Rin — Dijo Mabel antes de darle un gran abrazo.
— Cuenta con ello — Respondió Wirt dándole una calidad sonrisa.
— ¡Obviamente niña! — Terminó Dipper.
Todos se despidieron y fueron sus casas, Erin tenía un día especial mañana.
[...]
— ¿Ya tienes la muñecas de tu hermana? — Preguntó su madre desde el piso de abajo.
— ¡Si mamá! ¡Ya las empaque! — Gritó Erin acomodando su maleta.
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