DEMONS

Estruendosos choques

-¡Wow!

Sí, es lo único que puedo decir al ver como es Londres y es que es ¡impresionante! Hay mucha gente.
De pronto mi bolsillo comienza a vibrar asi que contesto.

-Hola Isabel

- ¿Hola Lía? ¿Ya llegaste a Londres? ¿Sabes cómo llegar a mi casa?- ella era Isabel una vieja amiga de mi madre y la única persona que me apoyo y se preocupó por mí en estos meses

-Sí, Isabel ya llegue Londres y estoy a punto de coger un ta...

¡¡Carajo!! Cuando ya me di cuenta que pasaba estaba en el suelo y me dolía demasiado el trasero y para colmo mi celular se había roto... pero cuando vea al responsable de mi caída la va a pasar muy mal.

Desde el suelo mire con el ceño fruncido al culpable de mi estruendosa caída y me di cuenta que el responsable era un chico muy bien parecido -cuando les digo que era muy bien parecido les digo que él era demasiado guapo -que me veía como un bicho raro

-¿Hey que no me vas a ayudar?-le pregunté con un tono de disgusto al chico que todavía seguía mirándome como un tonto, pero ¿Qué carajos le pasa? Solo tiene que extender su mano para que yo pudiera agarrarla y así levantarme del suelo.

-Ohm... es cierto

-Gracias- si, el estar de pie era mucho peor, puesto que mi trasero me dolió mucho mas

-Bueno...Adiós -y paso alrededor mío, enserio ¿Se iba a ir así, sin nada más?

-Oh claro disculpas aceptadas - dije sarcásticamente

El guapo chico paro en seco y se dio media vuelta.

-¿Qué acabas de decir? - desde ya mi altura pude ver que el idiota tenía un tamaño considerable, era una cabeza más alto que yo, pero eso no me iba a detener

-Lo que acabas de oír o ¿Que, además de un idiota también eres sordo?

-Oh nena no acabas de decir eso ¿Verdad? - ¿nena? ¿Qué se cree este? Yo lo último que puedo llegar a ser de este imbécil es su nena.

-Se supone que las personas se disculpan cuando hacen caer a otras personas - con cada palabra que decía él se iba acercando mucho más a mí.

-¡JA! No es mi culpa que la niña no se fije por dónde camina.

Dios, no lo conocía ni medio minuto y ya lo odiaba. Bonita forma de empezar Lía,  con una pelea con un guapo chico afuera del aeropuerto

-Gilipollas - susurre para mí misma, pero claro como la vida me odia el idiota alcanzo a oír.

-Vuelve a decirme eso y juro que te arrepientes - comenzó a acercarse a mí hasta el punto que nuestros rostros quedaron a escasos centímetros

-GI-LI-PO-LL-AS!! - dije haciendo énfasis en cada sílaba, sabía que no fue una buena idea pero no me iba a quedar ahí como una tonta.

Al oír como lo retaba el idiota cerco su rostro más al mío y... ¡que ojos! Tenía un precioso color ¿Gris? ¿Verde? Bueno era una hermosa combinación y que decir de sus labios eran carnosos, apetecibles y besables y bueno a esta distancia un beso no cuesta nad...

¿Qué? ¿Enserio Lía? ¿Estas pensando en besar a un desconocido que te hizo caer y además se porta como un reverendo idiota? No.

Volví a verlo a los ojos pero era muy tarde el idiota este se había dado cuenta que miraba sus labios de una manera no muy convencional y comenzó a sonreír con arrogancia.

-Que sucia boquita tienes preciosa -esta vez sentí su aliento mentolado muy cerca de mi rostro y fue ahí cuando supe que la sangre subía y se impregnaba en mis mejillas... ¡mierda!