A la sombra de la sierra- La Raíz
Puede que un atraco no sea el sitio idóneo para conocer al amor de tu vida, pero para París todo valía.
Cualquier muestra de amor, fuera donde fuera y con quien fuera, todo contaba para ella.
Su vida no había sido un camino de rosas, para nada.
A los quince ya robaba en tiendas, ya consumía y cuando llegó a los dieciocho pasó a algo más grande, atracos en bancos, joyerías, cualquier cosa, y lo mejor de todo, no la habían pillado ni una vez.
Menos la última, robo en una de las joyerías más grandes de Roma, una pena, por un pelo, nunca mejor dicho. Lo demás fue fácil, identificaron su ADN y a tomar por saco, todo a la basura.
El dinero lo tenía, pero le pisaban los talones, descaradamente eso sí, siempre escapaba, hasta que el profesor llegó, le ofreció una bomba de artillería, el mayor atraco jamás visto, y ella, no podía decir que no.
Conoció a su equipo, a la gente con la que pasaría más de cinco meses.
Berlín, Tokio, Nairobi, Helsinki, Oslo y Río.
El dulce Río.
Bueno, y su padre y hermano, pero a esos los conocía de antes.
Moscú y Denver se habían llamado.
Cuando París escuchó el nombre de su hermano no pudo evitar reírse.
- ¿Qué pasa?- preguntó su hermano con cara de pocos amigos.
- Nada nada- contestó ella aún riendo- que te podrías haber puesto una ciudad importante chaval, no Denver.
- El nombre mola- le replicó su hermano.
- Si tú lo dices- contestó ella.
- Ya está bien la tontería coño- gruñó su padre- que no dejamos hablar al profesor.
Y así todos los días, los piques entre hermanos estaban siempre, y a Río, le hacía gracia, y a la vez le ponía el carácter de la chica.
Durante esos cinco meses pasaron muchas cosas, y al final, París y Río, se enamoraron, o al menos Río.
Porque París no parecía ni querer dejar ver cualquier indicio de ello, en público claro.
Cuando por fin entraron en su objetivo, la fábrica de moneda y timbre Río se quedó más tranquilo.
Ya no había tanto peligro, al menos ella estaría a salvo.
Y la verdad, eso es lo que la chica no quería, que Río se preocupara más por su vida que por la suya propia.
Y le jodía, porque ella sentía lo mismo en parte, pero no quería dejárselo ver, demasiado arriesgado.
Su hermano ya le había preguntado qué pasaba con Río, y ella, solo había sabido responder que lo quería, pero que no daría su vida por él.
Mentira.
Mentira tras mentira.
Y de eso se dieron cuenta enseguida todos.
Solo hizo falta que Río diera su vida por la de Tokio.
Que tan solo era una compañera, pero no se quiere ni imaginar que hubiera pasado si Tokio hubiera sido ella.
En cuanto lo vio entrar inconsciente se le vino el alma encima.
- ¿Qué ha pasado?- preguntó París asustada junto al chico.
- Tokio se ha adelantado- contestó Nairobi cabreada- y encima ha disparado a los policías.
- Casi se muere un puto compañero por tu puta culpa Tokio, por los putos quince segundos de los cojones- dijo su hermano nervioso.
París solo tenía ojos para Río, al cual sujetaba la cabeza con sus dos manos.
- Río, Río- le iba diciendo de vez en cuando meneándolo.
Estaba nerviosa, el primer plan y a la mierda.
Mientras los demás discutían ella miraba al chico con las lágrimas amenazantes por salir.
Cuando las primeras cayeron se oyó una leve risa.
- Ahora sí que me quieres eh- era Río, estaba bien, algo atontado pero bien, y encima se reía el cabrón.
- Cállate- dijo París cambiando la expresión de golpe a una de felicidad y alivio.
- Cállame- respondió Río, y eso hizo, le besó tan fuerte que se olvidó de que no debía hacerlo.
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•One Shots Multifandom•
FanficOne Shots de mis series y películas favoritas (se pueden pedir encargos gratis). Stranger Things, 10 things I hate about you, Euphoria, Ginny y Georgia, Skins, Los Bridgerton...