Capitulo siete

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Maratón 2/3

-Chico, despierta.- dijo una dulce voz que se parecía un poco a la de mi madre, se oía cálida y reconfortante,  su mano en mi brazo era caliente y podía sentir su cálido tacto.

Abrí los ojos con pereza encontrándome con una señora que no pasaba de los 50, tenia uniforme verde pistache algo simple.

-¿Uh?- dije confundido. Talle mis ojos y me senté cruzando las piernas bostece y estire mi espalda sintiendo como tornaba.

-Mira, ahí está tu desayuno y en el sofa esta la ropa que el Señor Kim quiere que te pongas, cambie las toallas para que puedas tomar un baño.-señaló la mesa pequeña que estaba frente al sofá y la ropa en el sofa.

La comida estaba encerrada en una tapa de plata brillante y había tres platillos diferentes. Mi estomago crujio de inmediato.

-Oh, gracias señora.- Me reverencie y me levante, me di cuenta de que la señora era más baja que yo solo por unos centímetros. Le sonreí amable y ella hizo lo mismo.

-De nada.- se dirigió a la puerta y salio de la habitación, encerrandome.

Vi la hora en el reloj digital que se encontraba de el mueble a un lado de el sofa. 10:54 am. Vaya que he dormido.

Debo decir que con cada paso que doy me duele el trasero. Es como un dolor punzante en mi entrada un poco lastimada, pero puedo soportarlo, supongo.

Abrí el primer platillo a como lo marcaban uno papelitos. Eran hot cakes bañados en miel y fresas en el centro. Se veían y olían deliciosos, aun les salió a vaporsito de he estaban calientes, tome un tenedor y comencé a comer de los hot cakes.
Comí tranquilamentepero me estaba comenzando a aburrir. Vi la ropa que estaba aun lado de mi y la tome para examinarla. Una polera amarilla, unos vaqueros claros, un cinturón negro unos calcetines y unas converse bajas.
Cheque las tallas y coincidían con las mías. Las deje aun lado y seguí comiendo.

Me dirán chismoso pero no pude evitar usmear entre los cajones de el mueble que se encontraba aun lado de el sofa.

Cajón uno: vacío.
Cajón dos: vacío.
Cajón tres: vacío.
Cajón cuatro: vacío

¡Vamos, debe haber algo divertido aquí!

Fui por otro bocado y otro trago de mi desayuno y fui al closet.
Habían bolsas de plástico vacías,  unos ganchos de terciopelo que colgaban de tubos  donde se colocaba la ropa y unos cajones en la parte de abajo. Los revise y no había nada, ¡Nada!

Salí de la habitación y fui de nuevo a sentarme para seguir comiendo de mis hot cakes que estaban apunto de acabarse. Seguí comiendo unos minutos y después continue con el siguiente platillo.

Fruta picada: fresas, kiwi, rodajas de naranja, melón en media luna, cerezas y moras. Comí y pude terminar con el en poco tiempo por que eran pedazos de cada fruta. Mire la habitación y me pareció aun mas bonita ya que habían cuadritos de cristal en fila a lo largo de la pared. Era un bonito detalle.

Termine con mi leche de fresas y seguí por el último platillo: una barra de chocolate.
Lo abrí y comencé a comer de el  tranquilamente.

Cuando me lo termine y me dirigí a la ducha para tomar un baño y ya estaba desnudo, vi mi reflejo en el espejo y  vi con horror mi pecho y abdomen.
Estaba lleno de marcas rojizas y rosadas por toda la extensión de mi abdomen. De todos los tamaños y de forma ovalada. Pensé que eran moretones o me había picado algo hasta que recordé el día en el que le vi a Chanyeol una  marca similar en su cuello y le pregunte y me dijo que era "producto de la lujuria y pasión" no entendí y luego dijo que eran chupetones.

Entonces... ¡Tengo chupetones!

El señor Kim si se emocionó con lo de anoche. Bueno... no es que no me haya gustado, fue algo muy... ¿Agradable? ¿Salvaje?
En fin, me duche, me lave bien y me cepille los dientes. Me vestí y vi la hora.

12:06

Recordé a JiMin y me pregunté el como la estaría pasando,  estaba preocupado por el y sentí mi pecho oprimir se cuando Recordé su dulce aroma natural a vainilla suave y rosas. Lo extrañaba a pesar  de todo.
Y Chanyeol, también lo extraño, extraño su altura y su orejas de vampiro. Son tan adorables y bonitas.
Extrañaba a rinoceronte, mi pijama favorita. Extrañaba ver el rostro de mis padres y necesitaba tener el sueter morado lila de mi mama y las pantuflas rojas de papa las cuales tenía cuando ellos murieron. Necesitaba mis objetivos preciados. Al igual que necesitaba de ellos, anhelaba sentir el agradable olor a lavanda de mi madre y uno que otro chiste malo de papa.

Aunque fuera una vez más.

















Continuara...

(823 palabras)




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