capítulo 2

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Capítulo 2 "Alena..."

Narra Alena:

Muchos policías salieron en calma, mientras los disparos seguían, ninguno le importaba que estaba adentro, corrí a la entrada y dos manos me atraparon de nuevo.

¡No!-una mujer morena me detuvo- hay disparos, es peligroso, niña- me dijo algo nerviosa.

Jim esta adentro-dije preocupada con el ceño fruncido.

¿Lo conoces?-pregunto, cerré los ojos ante un fuerte disparo.

Sí, él...-tomé aire, si le decía que no lo conocía y trataba de hablar con él no me dejaría entrar o por lo menos me diría que me fuera, volví a tomar aire- él es mi padre.

Ella me miró sorprendida.

Jim no tiene hijos-dijo en un susurro.

El tampoco sabe que es mi padre, mi ma... mamá me dio permiso de venir-esto se está tardando los disparos se escuchan un poco mas lejos- ¡Debe hacer algo ya!-grite dando pequeños saltos sobre mis puntas.

Lo siento niña-dijo en una susurro, la mire con el ceño fruncido y mi respiración se aceleró.

Bien-dije y ella me soltó el agarre, mire la pistola que tenía a un lado de su cadera, Jim se metio a un cuarto donde podía ver unas cuantas escaleras y los otros lo siguieron- lo haré yo-dije quitándole rápidamente la pistola y entre corriendo las escaleras tardaban mucho supongo.

Volví a salir corriendo.

¡Niña!-me grito la morena, seguí corriendo, vi a un oficial.

Disculpe ¿a donde da las escaleras que van a abajo?-pregunté.

¿Porqué quieres sab...-dijo y lo interrumpi

¡Digalo!-grité y me miró asustado.

Al estacionamiento-dijo rápidamente.

Sonreí- gracias-comencé a correr de nuevo.

¿En verdad, Morales?-escuche a la morena decir.

Seguí corriendo hasta dar con el estacionamiento, estaba mal lo que estoy haciendo podría salir herida, escuche disparos entrando y me escondo detrás de un pequeño muro, se siguieron disparando, esto fue una mala idea pero ya no puedo salir sin que me vean, que tonta soy.

Escuche un disparo y un pequeño quejido junto a un golpe, me asomé, le dispararon a Jim, salí sin pensarlo y le dispare en el hombro al hombre calvo, pensé darle en la cabeza pero bueno.

El me miró furioso, cerré los ojos cubriendome los lados de la cabeza con mis brazos, esperando el disparo.

Pero sólo se escuchó un auto y otros cuantos disparos, vi un auto en frente de mi y de Jim, sonreí, sigo intacta, me agaché en frente de la llanta del auto, mire Jim que me miraba curioso.

¿Te llavamos?-dijo el moreno mirando a Jim, Jim se subió al auto.

Sube-me dijo, lo mire por un momento, él era el Jim, él era el Jim que busco, sonreí y subí.

Acelera ya, ¡acelera!-grito el moreno y la mujer comenzó a conducir rápido dejando atrás a los otros, Jim se recostó.

¿Quién eres tú?-me pregunto la mujer desesperada.

Elena-respondí mintiendo claro.

No me refería a tu nombre-contestó más calmada.

Soy...-mire a Jim-El se desmayo, ¿Verdad?.

El moreno me miró unos segundos y después a Jim.

Sí-respondió sonriendo, una pequeña sonrisa burlona.

Responde-dijo la mujer y la mire.

Soy la hija de Jim-dije y su expresión cambio totalmente e intercambio miradas con el moreno.

Jim no tiene hijos-dijo ella mirándome por el retrovisor.

El no sabe que soy su hija-conteste-yo tampoco sabía hasta hace 3 meses, mi madre me dijo que podía venir a visitarlo pero...lo encontré en estas... condiciones

Interesante-dijo ella en susurro

Fue peligroso, no lo vuelvas a hacer, ¿Estas herida?-preguntó el moreno.

No, gracias por llegar a tiempo-respondi, llegamos a un edificio y me dijeron que saliera.

¿llamamos a tu mamá?-dijo el moreno sacando su teléfono

No-contesté y me miró con la ceja levantada-No quiero que se enteré no me dejara volver.

Tienes razón-dijo el riendo-Gotham es peligroso, niña

Me di cuenta-respondí.

Llevarán a tu papá a que lo examinen, si quieres podemos ir por comida o puedes esperar aquí y te traemos comida-dijo.

Esperaré-contesté seria.

El asintió, entre al edificio y seguí a las personas que llevan a Jim, me senté en una silla afuera del cuarto lleno de ratas donde lo tenían.

Mi madre me castigará al saber que viene aquí sin permiso alguno, no me ha llamado lo cual es raro, pero lo agradezco ya que hubiera podido salir peor, le dispare a un hombre, mi mamá no se sentiría bien con eso, pero entendería porque lo hice.

En cuestión de unos 20 minutos llegaron los oficiales que me rescataron, el moreno me entregó comida.

Gracias-dije viendolo y mire a la mujer quien me miraba curiosa.

Desvíe mi mirada a la bolsa blanca con comida, la abrí, una hamburguesa con papas estaba ahí, la saque y la abrí sacándole toda la cebolla y tomate que tenía, comencé a comer, podía sentir la mirada de la mujer sobre mí.

No le digas a Bárbara, empeorará todo, deja que ella lo descubra-susurro el hombre y los mire de reojo.

Deje mitad de hamburguesa por si Jim despertaba con hambre.

Pasaron varios minutos y no había señales de Jim, me acosté un poco sobre las sillas, pensando en mi mamá, sólo espero que Jim me pueda ayudar.

Cerré mis ojos esperando dormir un poco.

Y ahí estaba otra vez, entre el pasto verde que me llegaba un poco más arriba del tobillo, cubriendo por completo mis zapatillas color negro brillante, rozando con cuidado mis medias blancas, estaba corriendo, corriendo a los brazos de mi madre, ella me esperaba con una sonrisa en su rostro, adornada con ese rojo natural de sus hermosos labios, y el viento acariciando su hermoso cabello suave, justo cuando me recibió en sus brazos soltó una dulce risa, que hasta el día de hoy recuerdo, me comenzó a hacer cosquillas, terminamos tiradas en el suelo aún riendo, después me levanté y corrí a la pequeña colina, donde se encontraba un árbol, con un columpio donde ella solia sentarse y contarme historias, en la noche nos acostamos en el auto, ese hermoso auto rojo, yo dormí tapada con su suéter de tela color café pastel, cuando me desperté por un ruido, mire a mi madre quien me dijo -Quédate aquí, ahora vuelvo-salió del auto y camino hasta perderse de mi vista, recuerdo estarla esperando con miedo, todo lo que una niña de 10 años podría pensar en ese instante, en cuanto la vi sentí alivio pero se fue al ver como entró desesperada al auto, -¿Mamá?-pregunté pero ella sólo trataba de arrancar el auto desesperada -vete atrás, escondete en la cajuela, ¡ahora!-gritó, rápidamente me metí a la cajuela que tenía entrada en los asientos traseros, escuche más voces, -se lo ruego, señor-dijo mi madre escuche que alguien tocó la cajuela, y la abrian poco a poco, hasta que pararon y la cerraron de un golpe, no escuche escuché nada después de eso, salí con cuidado y no vi a mi mamá, caminé un poco hasta verla rodeada de hombres y una sola mujer, ella me miró pero desvío la mirada, vi como la subían a un auto y ella se despidió de mi con la mano mientras nadie la veia, corrí al auto y tome su celular, donde en medio de un mensaje para Carol -Llama a Carol- decía.

There will be light▪Bruce Wayne y tú▪Gotham  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora