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Tom terminó de arreglar la mesa y se marchó hacia su cuarto a darse una ducha, tenía un día ocupado por delante. Media hora después volvió a salir, vestido impecablemente con un traje oscuro y camisa azul claro. Cuando llegó al comedor todos ya estaban sentados en la mesa.

-Ya era hora de que salieras-dijo el hombre sentado en el sitio principal. Anthony Stark, genio, inventor, filántropo y playboy (aunque pensara que nadie lo sabe).

-Lo siento-dijo Tom en voz baja sentando al otro lado de la mesa, frente a él.

-¿Qué sucede Tom? ¿Algo muy importante que hacer?-dijo la pelirroja con voz aburrida antes de que una sonrisa burlona se formara en su rostro-Oh, claro que no, si tú no haces nada más que ir a eventos y presentar tu bonito rostro-Tom apretó los dientes y le dedicó una sonrisa falsa antes de girarse hacia su comida sin decir nada. Natasha Romanov o, más bien, Natasha Barton, era la prima de Anthony y dirige una casa de modas muy famosa; su esposo, Clint Barton, trabaja con Anthony en Industrias Stark.

-Tasha, déjalo, después de todo, para eso está-dijo Tony con voz aburrida sin dejar de comer. Tom ni siquiera notó el velado insulto, ya bastante acostumbrado a eso.

-Permiso-dijo dejando su desayuno casi intacto y saliendo del comedor para coger su saco y algunos papeles que le faltaban.

-Tom, buenos días-el moreno alzó la vista y le sonrió a la mujer rubia que entraba.

-Buenos días, Pepper, te ves muy bien hoy-ella soltó una risita y le sonrió afectuosamente.

-Tú te ves muy guapo ¿Vas a la reunión de beneficencia en el colegio de niños abandonados?

-Sí, justo estoy saliendo para allá.

-Bien, se alegrarán mucho de que estés ahí, realmente necesitan la ayuda.

-No es como que yo haga mucho más que aparecer y entregar el cheque de Tony.

-Al menos aceptas que no sirves para nada más-ambos giraron hacia Natasha que pasaba hacia la cocina.

-Natasha, déjalo-dijo Pepper con tono cortante, la mujer se encogió de hombros y siguió su camino-no le hagas caso, ya sabes que tiene mala sangre.

-No importa, es cierto ¿no?-Pepper iba a protestar pero Tom sacudió la cabeza y compuso una sonrisa-Debo marcharme ahora, te veré luego, Peps-salió del lugar apresuradamente, entró en el elevador y soltó un largo suspiro cuando las puertas se cerraron tras él.

-Deberías ponerle un alto a Natasha-dijo Pepper cuando Tony y ella llegaron a la oficina.

-¿Otra vez con eso, Peps? Natasha solo está haciendo bromas inocentes, no es como para que haga tanto drama por eso.

-Sus bromas no tienen nada de inocentes y, sobre todo, dejaron de ser bromas hace tiempo, le gusta hacerlo sentir mal porque sabe que él no le responderá.

-Si él no puede defenderse a sí mismo, no es mi problema-replicó el moreno revisando unos contratos.

-Es tu esposo, Tony, claro que es tu problema-el hombre le lanzó una mirada irritada e iba a contestar cuando el intercomunicador les interrumpió.

-Señor Stark, el señor Rogers está aquí con los papeles que pidió-los ojos castaños se iluminaron al momento.

-Hazlo pasar, Maggie-Pepper se había puesto rígida desde que escuchó el nombre y fulminó con la mirada al hombre que entraba a la oficina. Capitán Steve Rogers, antiguo soldado, ahora trabajaba con Tony en un proyecto de construcción civil. Y era el amante de Tony-Pepper, lleva estos contratos, creo que necesitan otra revisada en algunas cláusulas-la mujer asintió rígidamente, le lanzó una mirada molesta al rubio y salió con rapidez de la oficina-Steve-sonrió el millonario y saludó al hombre con un hambriento beso-te extrañé anoche.

Dos vidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora