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Tony cogió las caderas de Steve mientras sentía como el orgasmo lo golpeaba con fuerza luego se dejó caer a su lado, ambos respirando agitadamente, el rubio se acomodó a su lado apoyando su cabeza en su hombro. Tony se quedó observando el techo, el sexo había estado genial, como siempre, pero había una molestia que no podía sacarse de la cabeza. No podía dejar de pensar en la noche del baile cuando Tom lo había enfrentado, se veía tan diferente, más seguro de él mismo y Tony recién notó en ese momento lo verde que eran los ojos de su esposo. Pero era una estupidez, probablemente solo estaba intentando parecer valiente, tal vez estuvo leyendo como mejorar tu confianza o algo por el estilo, Dios sabe que el hombre no tiene nada que hacer con su tiempo.

-¿Está todo bien? Estás muy callado hoy-murmuró Steve con voz adormilada.

-No es nada, proyectos en la cabeza-respondió el castaño con voz distraída-debería irme.

-Mm… quédate un poco más…

-No puedo, cariño, ya sabes que debo estar en la cena, la otra vez no estuve ahí, no quiero que empiece a parecer sospechoso-Steve soltó un suspiró resignado y se movió hacia un lado, Tony depositó un suave beso en sus labios-Te quiero-susurró.

-Yo también-respondió el rubio con una suave sonrisa. Tony se colocó de nuevo su ropa, le dio un beso de despedida y salió del hotel, el camino de regreso a casa fue rápido, con la música a todo volumen, tendría que bañarse apenas llegara, olía a sudor y sexo. Aparcó el carro en su sitio, se metió en el ascensor y esperó con paciencia llegar hasta el pent-house. Cuando las puertas se abrieron escuchó risas venir desde el balcón, se acercó con curiosidad y espió desde un lado, se sorprendió cuando vio que eran Tom y Clint.

-¡Eso fue malísimo! ¡Vamos, Barton, puedes hacerlo mejor!-se burlaba Loki mientras Clint le lanzaba una mirada fulminante luego se giró con la pequeña pelota de básquet e intentó meterla en la cesta pero falló por poco, Loki volvió a doblarse de risa.

-¡Hey, no te burles! Si esto fueran blancos para flechas, tú no tendrías oportunidad-Loki solo se rio más fuerte, Clint pronto se le unió-¡A ver, hazlo tú si puedes!-Loki cogió la pelota y con un suave movimiento de muñeca, cayó limpiamente dentro de la cesta, Clint lo miró con la boca abierta.

-Te odio.

-Eso pasa cuando tienes un hermano que juega básquet todo el tiempo y te obliga a ir con él-ambos se rieron y siguieron jugando a encestar, Tony se había apoyado en la pared, mirándolos. De repente, Loki se tensó y giró, sus ojos se cruzaron con lo de Anthony por unos segundos y el castaño se estremeció levemente al sentir la mirada molesta que le daba, Loki le murmuró algo a Clint y este también miró en su dirección. El hombre le saludó con poco entusiasmo y murmuró de vuelta, al momento ambos salieron del balcón.

-Buenas noches, Anthony-dijeron prácticamente al mismo tiempo mientras iban al ascensor, Tony pudo escuchar sus risas ahogadas mientras bajaban. Se quedó un momento parado ahí, nunca había visto a Tom tan libre ni reír con tanta franqueza, si tenía que ser sincero, Tom siempre había parecido estar triste desde que se casaron, esa era una de las cosas que Tony no podía soportar de él, lo fácil que se rindió a la voluntad de su padre, Tony había sido chantajeado con su empresa pero ¿Tom? Él no tenía nada que perder y, sin embargo, se rindió sin pelea a la voluntad de su padre, es por eso que Tony lo detestaba y lo trataba mal, siempre esperó que en algún momento reaccionara, que se defendiera pero el moreno no daba señales de hacerlo. Hasta ahora.

Dos vidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora