6

1.3K 133 15
                                    

Tom se despertó sintiéndose terrible, la cabeza le dolía y su boca parecía contener barro ¿Por qué demonios comería barro? Se preguntó a sí mismo mientras cerraba los ojos fuerza y llevaba una mano hacia su frente. Abrió los ojos lentamente y dios gracias a Dios de que las cortinas estaban cerradas, no creía que la luz fuera de mucha ayuda con su dolor. Tal vez era por eso mismo que le tomó cerca de dos minutos notar que esas no eran las cortinas ni de su cuarto en la torre ni del cuarto de Loki; Tom se levantó rápidamente y casi gimió por las náuseas que el movimiento le trajo, respiró hondamente varias veces para colmar su estómago y luego de un momento notó que estaba en un cuarto de hotel, la falta de personalidad lo delataba. Tom retiró un poco la sábana para levantarse y casi salta cuando notó que estaba desnudo ¿Qué demonios había pasado ayer que ahora se encontraba desnudo en un cuarto de hotel? Al menos parecía seguir teniendo sus riñones y no estaba en una bañera. La puerta del cuarto se abrió y un bastante despeinado Patrick entró cargando una bandeja y usando solo una bata de hotel blanca.

-Buenos días, pensé que podías necesitar esto-dijo el hombre con una gran sonrisa mientras le pasaba un vaso con agua y unas pastillas para el dolor. Tom las tomó automáticamente, sin despegar su mirada del hombre e intentado desesperadamente recordar que es lo que había sucedido ayer como para terminar en este cuarto de hotel con un hombre que apenas y conocía-con esas pastillas pronto te sentirás mejor, hace poco trajeron el desayuno pero no estaba seguro de si tu estómago estaba lo suficientemente bien como para comer-Tom pensó que fue una gran decisión porque su barriga dolía y sentía que si movía solo un poco, vomitaría.

-¿Qué… qué pasó ayer?-preguntó el moreno de manera insegura, Patrick le sonrió de nuevo y Tom notó que le formaba unas arruguitas alrededor de los ojos francamente adorables.

-Después de cenar te invité a bailar, tomamos un poco, tú más que yo, hiciste un pequeño show bailando sobre la mesa del bar, vinimos aquí y justo cuando todo se estaba poniendo bastante interesante, te dormiste-terminó de contar soltando una pequeña risa.

-Oh-contestó Tom sintiendo como su rostro se encendía-lo siento.

-¿Por qué? Me lo pasé genial y parecía que hace mucho que tú no tenías una salida de estas, apuesto que a pesar del dolor, ahorita estás muy relajado-Tom tuvo que aceptar que eso era verdad y le sonrió sinceramente. Patrick miró su reloj y suspiró-tengo una reunión de negocios en una hora casi al otro lado de la ciudad-sacudió la cabeza y volvió a sonreír-¿quieres que te lleve a casa?

-Sí, por favor.

Tom se dio una rápida ducha y se colocó la misma ropa que ayer, Patrick lo esperaba ya listo, vestido con un trae azul que el moreno tenía que admitir que resaltaba sus ojos. Salieron conversando animadamente, el camino fue agradable y Tom se sintió ligeramente decepcionado cuando llegaron a casa; ambos bajaron del auto y caminaron lentamente hasta la puerta de la casa.

-Esta ha sido una salida genial ¿Qué te parece si salimos a cenar mañana?-preguntó Patrick, Tom asintió animadamente. El hombre se inclinó levemente y presionó sus labios contras los del moreno, Tom se tensó de la sorpresa pero al final respondió, con timidez-Te veo mañana-Patrick tomó su mano y la besó antes de marcharse, Tom lo miró irse.

Chris volvió a cerrar las cortinas de la casa.

Loki movió nerviosamente su taza de café entre sus manos, inseguridad no es algo que normalmente se viera en él pero en este momento deseaba que la tierra lo tragara. Hogun estaba sentado delante de él, con los brazos cruzados y el ceño fruncido, miraba fijamente al moreno, molesto, confundido pero sobre todo herido. ¡Era un hombre casado, por Dios!

Dos vidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora