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Pego su espalda contra la puerta tras ser cerrada, posicionó su mano sobre su pecho mientras respiraba rápidamente, sus mejillas estaban un tanto sonrojadas y sudor se asomaba sobre su frente. Después de unos segundos sus manos se recargaron en sus rodillas mientras soltaba un enorme suspiro.

— ¿Taehyung? ¿Estas bien? — lo llamo NaHee.

El castaño levantó su rostro asintiendo aún con la respiración agitada; incorporó su cuerpo y le entregó la nota donde el chico anterior había ordenado, NaHee tomó la nota y sonrió divertida.

— ¿No me digas que otra vez está ese chico aquí? — cuchilló coqueta. El castaño solamente desvió la mirada rascando su cabeza. — ¡Vamos TaeHyung, debes de hablarle! — golpeó suavemente el hombro del adverso.

— ¿Hablarle? ¡No podría hacerlo es un hombre bastante intimidante! — trató de sonar obvio.

NaHee abrió la puerta sacando su cabeza y observando a la mesa del hombre del que hablaban, todos los niños permanecían sentados moviendo sus piescitos a causa de que las sillas eran grandes para ellos y parecían estar animados.

— Mmm, esta vez vino con cuatro niños, que sospechoso — rascó su barbilla entrecerrándo sus ojos.

— ¿No crees que el niño castaño que está aún lado de la niña rubia es parecido a él? — asomó su cabeza TaeHyung viendo hacía aquella mesa.

– Si, es el único que tiene algo de parecido a él aunque la pequeña que está en sus piernas también se parece a él, dos niñas y dos niños. ¿Tiene hijos acaso? — no despegó la mirada.

— ¿Hijos? Bueno, lo había visto solo pocas veces con él niño idéntico a él y la niña rubia pero nunca me llego a la cabeza que fueran sus hijos, no lo creo, siempre está solo — rascó su nariz sin quitar la vista.

— ¿Que hacen perdiendo el tiempo espiando a los clientes? ¡Vuelvan a su trabajo! — los tomó de los hombros su supervisor metiendo a ambos por completo al lugar. Ambos chicos asintieron rápidamente y corrieron a sus respectivas labores.

Pero TaeHyung no podía dejar de pensar en aquello, ¿Tenía hijos? No era una ventaja para TaeHyung si en verdad eran sus hijos.

— ¡Mesa número 3, orden lista! — exclamó el cocinero.

Taehyung corrió por la bandeja con el pedido de los niños y puso un plato hondo con cereal en el, una jarra de leche aún lado y suspiro viendo la bandeja, ¿Y si volvía a tropezar por accidente? ¿Y si se le olvidaba algo? ¿Y si mejor le pide a alguien más que lo lleve? Ya había pasado varias de esas cosas. NaHee se acercó junto con otra bandeja y se la entregó a el castaño.

—¿ Que haces? — frunció el ceño TaeHyung.

— Desde metros pude ver cómo debatías en tu mente varías cosas, así que lo llevaré por ti. — tomó la bandeja. — Este es el plan, entregarás la orden que tienes en tus manos ahora mismo y como ves no es mucho, cuando yo vaya a entregar su orden de aquel muchacho vendrás conmigo y trataré de hacer conversación con unos de los niños, ¿De acuerdo?

— Ese plan no suena convincente, ese hombre es bastante serio y molesto — suspiro.

— Si no intentas acercarte a él no sabrás si tendrás oportunidad Tae, vamos, no perdemos nada, corre.

Sin meditar palabra salió detrás suyo, NaHee señaló la mesa aún lado de la 3 que respectivamente le tocaba a aquel chico castaño. NaHee sonrió para todos ellos cuando llegó.

—b¿Alguien pidió un pay de limón, leche con chocolate, cereal y un exquisito panecillo de zarzamora?

— ¡Nosotros! — exclamaron alegres los pequeños.

— No los hemos visto por aquí niños pero espero que les haya gustado el lugar y nuestra comida, esperamos verlos seguido — acomodó su cabello para atrás.

Judas; Vkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora