Epílogo: My Happy Wedding

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Ay chicas, chicas, chicas…
… Nos leemos al final…
-Se cubre por las posibles bombas nucleares(?)-

Advertencia: Preparen sus ojos… el capitulo es realmente largo como Murasakibara.

Y si, son las 7:12 am... voy rumbo a mi maestría! :D Bonito Sabado hermosas!!!

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~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Capitulo Final ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ My "Happy" Wedding~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Part. 1 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Miraba el cielo desde la ventana de su habitación, en silencio.

Sentando sobre el borde de su cama, se dedicaba a vislumbrar las nubes, sumergido en sus pensamientos.

Porque a partir de hoy, su vida cambiaria, para siempre.

Era el día de su boda. Y se supone que debería estar contento ante ese acontecimiento. Daba un gran pasado hacía la madurez: sentar cabeza, formar una familia con el tiempo, dedicarse a su matrimonio.

Pero no era así. No podía estar feliz. Se casaría con alguien que sencillamente no ama.

Escucho el abrir de la puerta de su habitación.

La dulce y suave voz de su hermana, que lo llamaba, lo obligaron a voltear. Verla arreglada de esa manera tan bonita, con un vestido color azul de encaje que moldea perfectamente su figura, le saco una sonrisa. Su adoración, lucia realmente bellísima; aunque tuviera la cara algo maltratada, porque tampoco había dormido bien la noche anterior.

-Dice papá que es hora de irnos… o llegaremos tarde. - se acerco, en cuanto vio al peliverde levantándose de la que seria su cama hasta el día de hoy. Lo rodeo con sus brazos, dándole un fuerte abrazo, que él con ternura, le devolvió.

-Bajo en un momento.-le regalo una sonrisa sutil.

-Si…-su hermana también le sonrió, pero sabía que esta vez no podía engañarla, ya que ella también, lo miraba con tristeza.

La joven rompió el abrazo saliendo de la habitación, dejándolo nuevamente a solas, parado frente al espejo que tiene en la puerta de su armario. Se acomodo las mangas de su traje, colocando perfectamente los gemelos y observo con detenimiento su elegante vestimenta.

Todo esta en admirables condiciones.

Menos su rostro, que luce realmente demacrado. En su piel, se reflejan los días que no ha comido bien. Y en sus ojos, un color morado alrededor, de la cantidad de noches que tenía sin dormir.

Dio un hondo suspiro, cerrando la puertesilla del closet, tomo el búho azul de su escritorio, y salió de su habitación.

Bajando las escaleras, pudo ver que su madre ya lo esperaba con los ojos llenos de lagrimas, feliz. Y que su padre, se paraba erguido con cierto orgullo por semejante "celebración".

No dijo nada, ignoro olímpicamente a sus progenitores caminando directamente a la limosina blanca que ya los esperaba afuera, seguido de su hermana, con aire abatido. Quería terminar con toda esa ridiculez de una buena vez.

Durante el trayecto, su madre le interrogaba acerca de cómo se sentía, si estaba nervioso, feliz, que no tuviera miedo, dándole ánimos a su manera, a lo que él solo atinaba en responder con monosílabos, mirando el paisaje a su alrededor desde la ventana de la limosina.

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