Un suceso inesperado

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Holaaaap! Señoritas…! :3
Como están? Espero que muy bien...
Quise dejarles otro capituLo... pa que vean que soy buena onda(?) xD

Y bueno… pasando a lo que realmente nos interesa…
¡En mi defensa!Lo que van a leer a continuación… es necesario…
solo diré eso, (por como imagine esta historia en un principio…)
así que…
no se... les tengo miedo! Jajajajaja T-T –ríe nerviosamente, tiemblo al entregarles el capitulo…-

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~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Capitulo 15 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Que sensación tan extraña…

Todo es cálido, calmado, silencioso…

Es como sentirse en una nube algodonosa, esponjosa. Aunque no se si exactamente dulce…

Que sensación tan extraña…

Me encuentro tranquilo y en calma. Y lo peor de todo es que ni siquiera se el porque.

Mi cuerpo se siente pesado y ligero a la vez. Todo es tan raro.

Mi ojos están cerrados, o eso creo, no lo se, es extraño porque todo lo que veo es blanco…

Si me quedo en silencio y presto atención, puedo escuchar el murmullo de la gente. Son muchas voces… y hay una, que susurra mi nombre…

-Taka….o…

-Ta….o…

-Ta…

Pero comienza a escucharse lejos… muy lejos…

Aquello que estaba viviendo en ese momento, era algo totalmente absurdo.

Tan absurdo que no le dio tiempo de procesar la información. Había entrado en shock.

Y luego grito enojado, desesperado, echándose la culpa de todo. Quería ir en ese momento a la estación de policía y romperle cada uno de los huesos al sujeto en cuestión, hasta que suplicara por que lo asesinase. Pero Akashi lo detuvo con la ayuda de Murasakibara, que se lo llevaron a la fuerza, intentado que recobrara la cordura.

¿Cómo era posible que aquello hubiera sucedido en tan solo que? ¿3 horas?

Acababa de levantarse del suelo, tomando sus lentes y el dije que, con tanto amor, había comprado para él. Lo guardo en el bolsillo de su camisa verde, observando el lugar por donde se había ido su moreno, suspirando pesadamente. Necesitaba dejar que se calmara, era normal su comportamiento, porque si las cosas hubieran sido al revés, hubiera actuado exactamente igual, o peor. Era verdad que merecía una explicación.

Camino por más de una hora sin rumbo. Necesitaba despejarse el también, controlar el dolor en su pecho y las ganas de llorar que tenia en ese momento, porque no daría un espectáculo tan penoso en plena calle, de eso estaba seguro.

Su celular vibraba insistentemente, pero no quiso revisarlo.

No quería hablar con nadie, porque si lo hacia, era seguro que rompería en llanto como una colegiala enamorada a la que le acababan de romperle el corazón, porque era exactamente así, como se sentía.

Paso tal vez, una hora más, hasta que llego a su casa. Abrió la puerta con la llave, solo para ver frente a él, a su pequeña hermana más pálida de lo normal. Sus ojos estaban vidriosos, diciéndole que acababa de colgar con la hermana de Takao envuelta en un llanto tan lamentable que ella tampoco supo que responder.

Había olvidado que ellas ya se habían conocido en una de esas tantas salidas que planeaban para estar a solas y que, imprudentemente, se les habían pegado para conocerse.

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