La Estaba Mirando.

Misiones.

Hinata había vuelto de su primera misión realmente demacrada. Al parecer tuvieron algunos problemas que pudieron resolver, se encontraron con ninjas de altos rangos atacándolos por la espalda e inmovilizando a su sensei. Por lo tanto estuvieron más tiempo los chicos peleando contra estos. Fue de pura suerte el haber logrado la misión.

Hinata había sido la principal guerrera. Mostrando su destreza con el puño suave, que realmente no está tan avanzado como su padre hubiera querido de igual forma fue de gran ayuda. Principalmente que gracias a sus golpes en los puntos de chakra pudieron vencerlos y huir del lugar. Hinata venia con algunos mechones de cabello más largos que otros, con el cabello ausente de color y totalmente enredado. Sangre salia de sus labios y había un recorrido de sangre que marcaba la dura pelea de su frente hasta su cuello. Una herida en la cabeza. Varios cortes en su ropa y su rostro estaba totalmente sucio.

La batalla había sido totalmente dura.
Pero definitivamente en mejor estado que la de su pareja.

Al regresar se había encontrado con que Sasuke y su equipo se habían enfrentado a uno de los siete espadachines de la aldea de la niebla. Bastante impresionante pues salieron victoriosos. Sasuke regreso sin ni un rasguño. Quizás herido pero se veía completamente bien. Hasta parecía orgulloso. En cambio ella estaba totalmente destrozada.

Al llegar a su hogar fue la misma riña de siempre, su padre educándola y regañandola por no ser lo suficientemente buena. Pues no habías ganado la pelea, la misión se había hecho con satisfacción, en cambio ellos huyeron. Su sensei  desmayada y tres gennin con ninjas de altos rangos especializados en Taijutsu y Ninjutsu fue bastante complicado para ellos.

Hinata después de sanar sus heridas completamente con ayuda de su medico personal termino de limpiarse y bañarse. Termino arreglando su pelo sin más opción que volver a cortarlo. Puesto que ya le estaba creciendo un poco. Su cabello volvió completamente a como estaba en la academia. Sin más remedio suspiro y miro por su ventana.

La noche ya estaba entrando y pronto tendría su encuentro con Sasuke. Todo era una locura.

Realmente no tenia intensiones de ver a nadie. Por lo menos esta tarde su primo se encontraba en una misión y no regresaría dentro de tres días pues justo se fue esa tarde.

Resignada Tomo una pequeña bolsa donde metió unos aperitivos que seguramente a Sasuke le gustarían que ella había preparado esa tarde después de llegar. Solo eran bolas de arroz frito rellenas de algas. Camino lentamente y adolorida hasta llegar al punto de encuentro. Donde ya se encontraba Sasuke a las orillas del pequeño río.

En cuanto la vio Sasuke se paro rápidamente examinándola completamente, de pies a cabeza.  Haciendo que Hinata se asustara y retrocediera unos pasos ante su repentina cercanía. La cual no tenían hace muchos días. Llevaban cinco meses de ser novios y Hinata sentía que no podía ni lo conocía como para acceder a tal cercanía.

-Supe lo que paso, parecen solo golpes pequeño. No tienes heridas muy graves más que en la cabeza.- Sasuke recorrió el parche que cubría la frente de Hinata, este era cubierto por su pelo. La Hyuga lo miro sorprendida, ¿Acaso estaba preocupada por ella?.- ¿algo interno?.- pregunto notablemente preocupado. Esto era extraño, nunca había visto esta mirada en el Uchiha, quizás estaba mostrando más confianza de la necesaria. Hinata al sentir esto sonrió levemente, no tenia a alguien que se preocupara realmente por ella.

Negó con la cabeza tranquilamente. Sasuke suspiro e hizo el ademán de un abrazo, acercando el cuerpo de hinata al suyo viendo la diferencia de altura. No era mucha, pero era la justa. Deposito un leve beso, muy leve, casi imperceptible en la frente de la Hyuga. Hinata no supo como reaccionar más que alejarse un poco asustada. Confundiendo a Sasuke.