Hinata estaba muy nerviosa esa noche. Estaba confundida.
Después de un duro día de entrenamiento en el que ella termino humillada siendo la escoria nuevamente de su familia. Pudo pensar con mayor claridad que antes.
Ella no entendía como el Uchiha le había dicho, no pedido, dicho que eran una pareja romántica. Esto no era de su agradado para nada. Hinata no era buena para estas cosas pero ella tendría que rechazar su oferta.
No estaba lista para una relación y no podía corresponder los sentimiento del moreno. Además de que su padre al enterarse se lo prohibiría inmediatamente. Y, por su puesto, el corazón y los sentimientos de Hinata ya pertenecían al sonriente rubio de ojos azules.
Cliché.
Estaba demasiado abrumada esa noche mientras se dirigía por un vaso de agua con hielos, naturalmente ella prefería las bebidas calientes. Pero esta noche no tenia tiempo para eso, querían algo más fuerte, más liberador, más a su disgusto para poder sobrepasar este momento de ansiedad. El té serviría para calmar sus nervios pero la pondría a pensar de más y Hinata quería evitar aquello. La Hyuga no quería pensar.
Durante el camino se encontró con Neji, su primo. Parecía haber llegado de una misión, lucia sucio y cansado. Hinata, inclino un poco su cabeza e intento pasar desapercibida. Dándole las buenas noches e intentando desaparecer de su vista. Sin embargo Neji la tomo de la muñeca. Hinata gimió asustada por el fuerte agarre.
- N-nii san.- Hinata realmente no tenia tiempo ni queria soportar aquellos desprecios de su primo en este momento. Realmente no lo soportaría. El dolor que el le causaba tanto en su corazón como físico era insoportable para ella en ese momento.
-¿A donde se dirige Hinata-Sama?.- pareció pedirle explicaciones. Cuando no debería hacer esto. Hinata simplemente bajo la mirada, sintiendo la satisfacción en los labios curvados de Neji al verla doblegarse ante el, alguien de la rama secundaria.
- A-a la c-cocina.- gimió de dolor más fuerte cuando este apretó con mayor fuerza su muñeca, destrozándola. Eso dolía.
-Ahora repitelo...sin tartamudear como una cobarde.- finalmente Hinata levanto la mirada y esto pareció gustarle más a su primo. Pues la sonrisa desagrable creció en el.
-Ire a la c-cocina.- el apretó con más fuerza, Hinata no pudo evitar intentar apartarse, fue impulso propio. Pero pareció haber sido su peor error. Pues el castaño la empujo contra la pared del pasillo fuertemente. Provocando que Hinata tosiera un poco al sentir lastimada su espalda y cabeza.
-Repitelo.- Hinata obedeció.
Permaneció ahí insufribles minutos, en donde su primo mayor aprovecho para acercarse a ella, olerla, despreciar todo de la Oji perla. La odiaba con todo su corazón. La humilló hasta que se canso. Y la dejo en el piso con la muñeca magullada.
El castaño después de todo acababa de llegar, no perdería todo su tiempo en ella. Aquello fue horrible para Hinata. Por lo menos la hizo olvidar del momento con el Uchiha.
Decidió volver a su habitación y dormir hasta más no poder. Estaba cansada.
A la mañana siguiente Hinata se encontraba vendando su muñeca quien había adoptado un color verde y morado. Marcando los dedos de su primo. Para evitarse problemas simplemente la vendo.
Al salir de su habitación para dirigirse a la academia, pues pronto saldría de ella, se encontró con Neji en el pasillo. Este vio su muñeca vendada y simplemente sonrió evitándola. Más que un simple "Buenos días Hinata-Sama" salio de sus labios y siguió con su camino. Suerte para ella que su primo tenia prisa esa mañana. Pues se había despertado más temprano que ella.
Ya en la academia Hinata se encontró con otro tormento. Sasuke Uchiha sentado a un lado de su habitual asiento. Los estragos de la tarde anterior atacaron completamente su mente y no sabia que debía hacer realmente. Si tomar otro asiento o tomar el habitual. ¿Qué debería hacer?. Para su mala suerte, Iruka-sensei había llegado mandando a todos a sus asientos. Parecía que Sakura e Ino, las mayores Fans de Sasuke estaban a su alrededor, sin embargo el asiento a su lado seguía sorprendente vacío, al que ella pertenecía. Hinata decidió tomar uno del otro lado, junto a shino aburame. El parecia ser realmente callado. Todos entraron a la clase.
Sasuke parecía ofendido por esto, pero eso no lo obligo a cambiar de asiento. Ya era demasiado tarde. Parecía que la Hyuga aun no comprendía que eran una pareja. Por lo tanto tenia la obligacion de recordárselo, después de la clase se aseguraría de dejárselo en claro. Tan claro que ella tendría que recordarlo siempre.
Llego la hora del descanso y la Hyuga camino directo a las bancas, lejos de los demás, con su obento en mano se decidido por comer bajo la sombra de un árbol, parecía estar en la banca más alejada de todos y esto pareció agradable. No tenia ganas de por lo menos buscar con quien comer.
-Tienes que sentarte conmigo.- Hinata se sobresalto al escuchar la voz de quien había estado evitando toda la mañana.
- ¿D-disculpa?.- pregunto aturdida por todo.
-¿Eres sorda? Tienes que sentarte conmigo. Eres mi novia.- Hinata enrojeció ante aquellas palabras.- que te quede claro o haré que lo entiendas.- la morena trago duro ante estas palabras.
Sasuke tomó asiento a su lado. Observando las bolas de arroz de la hermosa niña a su lado. Tomo una sin pudor alguno y la comió, estaba deliciosa. Más aun, era su comida favorita.
- U-Uchiha-san.- hablo por fin, algo temerosa de sus palabras.- L-lamento decir esto, p-pero realmente no puedo a-aceptar sus sentimientos, y-yo.-
-No me importa si el idiota de Naruto te gusta. Eres mi Novia, Mía.- Susurro, acercando sus rostros.- No me gusta repetir, pero si no entiendes, te haré entender.- tomo con su dedo índice y pulgar el rostro de Hinata obligándolo a besarlo. No fue un beso largo, ni tampoco fantasioso. No hubo movimiento alguno. Solo fue un simple roce de labios. Que para ambos fue insufriblemente caluroso.
-¿Q-que?.- Hinata enrojeció a más no poder, completamente avergonzada de lo que estaba pasando. Fue tan rápido, dudaba que eso hubiera sido un segundo. Pero aun así, el roce de labios fue obvio. Era su primer beso, y no fue con Naruto como ella esperaba.
Estaba apunto de desmayarse cuando Sasuke rompió el silencio.
-¿Qué le paso a tu muñeca?.- Hinata se puso pálida. Y no supo porque, ni de donde saco aquella valentía. Pero simplemente reacciono. Sin titubear si quiera contesto.
-Entrenamiento.- dijo rápidamente. Al parecer Sasuke le creyó, tampoco espero que fuera algo diferente.
El pecho de sasuke se infló por algo que el no sabia como llamar, quizás orgullo. Por lo menos la Hembra que eligió no solo se preocupaba por su cabello o alguna otra cosa estúpida. Ella entrenaba. Después de todo era la heredera del clan Hyuga.
-Bien, vamos a clase. Te sientas junto a mi.- pareció haberle exigido. Y Hinata, rindiendose por completo simplemente aceptó.
Parecía una muñeca rota y torpe. ¿Qué otra opción tenia? ¿Negarse?. Se había negado a escucharla. Ya no tendría sentido hacer eso. Así que sin más simplemente accedió.

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La Estaba Mirando.
FanfictionLa estaba mirando, otra vez. se veía tan blanca. se veía tan pura. se veía tan inocente. se veía tan...contraria a el. La quería. Sasuke Uchiha deseaba a Hinata y el haría hasta lo imposible por tenerla.