El contrato.
El resto del fin de semana transcurrió como de costumbre en el castillo de Hogwarts, y cuando dio comienzo la nueva semana, todos los alumnos de sexto curso se llevaron las manos a la cabeza. El curso empezaba a ponerse serio, y los profesores los atosigaban día sí, día también con deberes, trabajos y exámenes.
Pese a que solo era miércoles, todos estaban deseando que la semana terminara pronto para poder tomarse un momento de descanso. La biblioteca había estado mucho más concurrida que de costumbre (cosa que a Hermione no le hacía ninguna gracia) y los ánimos estaban bastante caldeados, especialmente entre los integrantes de Gryffindor y Slytherin. El sábado iba a celebrarse el primer partido de la temporada de Quidditch y los equipos de ambas casas estaban con los nervios de punta, pues en el castillo no se hablaba de otra cosa.
El tema del partido había eclipsado por completo el asunto de la ruptura entre Pansy y Draco, cosa que tenía a Draco Malfoy más contento de lo normal. Estando sumido en todo el trabajo que tenía que hacer para clase, apenas había dedicado algún que otro momento para pensar en su conversación del sábado en la biblioteca con Granger. Ella tampoco le había dedicado una sola mirada desde entonces, por lo que Draco sospechaba que aún no se había decidido.
Esperaba que no tardara mucho en hacerlo, pues Pansy había estado más insoportable que de costumbre (lo que ya era decir mucho), y se había dedicado a ir por ahí restregándole a todo el mundo, y a Draco en especial, lo contenta que estaba en su relación con un chico de séptimo de la casa de Ravenclaw.
Draco no conocía al chico en cuestión pero se compadecía de él.
Había decidido que, si Granger no se dignaba a dirigirle la palabra antes del viernes, sería él mismo quien le pediría que tomara ya la decisión. Estaba harto de la condescendencia de Pansy, que últimamente estaba especialmente interesada en hablar con Theo y Blaise, pero no lo suficiente para quedarse cuando Draco llegaba.
Realmente aquella semana no podría estar yendo peor.
Después de la interminable mañana de clases, Draco bajó al Gran Comedor con el estómago rugiendo. Le dolía la cabeza y estaba agotado después de la clase de Transformaciones, en la que ni siquiera Granger había conseguido convertir al dichoso gato en una pluma.
-No sé a qué juega McGonnagall, lo del gato es de nivel de ÉXTASIS y ni siquiera llevamos un mes de curso.- se quejó Blaise, que tampoco estaba de muy buen humor.- Es que ni la sabelotodo de Granger lo ha conseguido.
Ante la mención de Granger, Draco se crispó y le lanzó una mirada a Theo. Éste levantó una ceja, como preguntado si Draco sabía algo del asunto Granger, a lo que Draco negó con la cabeza. Zabini, que no sabía nada del plan, miró extrañado a sus dos amigos.
-¿Y a vosotros qué coño os pasa? Estáis más raros de lo normal.- dijo Blaise con cara de no entender nada.
-Ya te enterarás a su debido tiempo.- contestó Draco, todavía algo resentido con la actitud de su amigo del pasado viernes.
Blaise suspiró pero no insistió más en el tema, cosa de la que Draco se alegró bastante; su amigo podía llegar a ser muy insistente cuando se lo proponía. El susodicho se esfumó en cuanto vio a Daphne Greengrass, de manera que Theo y Draco se quedaron solos durante la comida y pudieron hablar tranquilamente sin que nadie los molestara.
-¿Qué pasa con lo de Granger? ¿Aún no te ha dicho nada?- preguntó Theo tras asegurarse de que nadie les escuchaba.
-No, joder. No sé a qué está esperando, pero tampoco quiero presionarla por si dice que no.- dijo Draco, preocupado.- Ni siquiera se ha dignado a mirarme desde que hablamos el sábado.
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La venganza de Draco.
FanfictionPansy Parkinson acaba de dejar a Draco, y éste está ansioso por vengarse de ella. ¿Qué va a hacer para llevar a cabo su cometido? Parece que Hermione se va a ver envuelta en la vendetta particular del Slytherin y que todo se va a desarrollar de la m...