La venganza de Draco.

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Sábado, parte 2.

Draco Malfoy se despertó bastante temprano la brumosa mañana de sábado, y no estaba precisamente de buen humor. Más bien al contrario. Se había pasado toda la noche dando vueltas a su situación con Pansy, preocupado porque sabía que en aquel momento sería el cotilleo en boca de todo Hogwarts.

Normalmente no le importaba demasiado que la gente hablara de él, pues le gustaba la constante atención y respeto que recibía, especialmente de sus compañeros de Slytherin, no obstante, esto era algo completamente distinto. Por lo que Blaise le había contado al volver de la cena la noche anterior, la gente no paraba de hablar de la ruptura, incluso había oído a algunos profesores hablando del tema al pasar frente a su mesa. Era de esperar que Draco se pusiera nervioso, y más sabiendo que Pansy podría haber revelado el motivo real de su ruptura, cosa que a Draco le daba una vergüenza infinita. No porque se pudiera dudar de su masculinidad o algo parecido, sino más bien porque era algo bastante íntimo, y además a Draco le gustaba que la gente pensara que era bastante más seguro de sí mismo en el tema de las relaciones con chicas de lo que realmente era.

Además, Draco estaba bastante enfadado con Blaise porque este último había estado con Pansy durante la cena a sabiendas de todo lo que estaba pasando. Cuando Draco le echó en cara que él era su amigo y no Pansy, Blaise le quitó importancia al asunto diciendo que tampoco había cometido ningún crimen al hablar con la chica, no obstante, para Draco era algo así como una traición.

¿Acaso a Blaise le gustaba Pansy? ¿Qué se había estado perdiendo últimamente?

Parecía que Nott era la única persona en la que realmente podía confiar. Su amigo incluso le había llevado el desayuno a Draco a su habitación, y había aguantado estoicamente todos y cada uno de los insultos que éste había soltado en contra de su ex.

Tras una hora de gritos ininterrumpidos, Malfoy por fin consiguió calmarse un poco y empezó a verlo todo con más perspectiva. Lo cierto era que, al fin y al cabo Pansy le había hecho un favor al ponerle en aquella situación tan incómoda y complicada para él, porque así se daba cuenta de con quién había estado realmente aquellos meses de relación. Ya más relajado y en la compañía de Theo, ambos Slytherins se pusieron a tramar la venganza de Draco, y estuvieron en ello hasta el mediodía, cuando el plan ya había tomado forma. Incluso bajaron a comer al Gran Comedor cuando este aún no estaba muy concurrido. En su camino desde las mazmorras en las que estaban los dormitorios de los de Slytherin, se encontraron con Zabini que estaba hablando con Daphne Greengrass como si se contaran secretitos al oído.

-¿Qué hacías con Greengrass?- le interrogó Draco con tono desagradable cuando Blaise se les unió, pues aún seguía mosqueado con él por haber confraternizado con el enemigo.

-Estábamos quedando para ir a Hogsmeade esta tarde.- respondió Blaise con una enorme sonrisa.

-Me ausento un día de la actividad social y me pierdo todo lo interesante. ¿Acaso estáis saliendo?

-Todavía no, pero creo que es bastante probable que empecemos algo pronto.- respondió Blaise, bastante contento por la idea.- ¿Y tú qué amigo?, ahora que estás soltero las chicas de Hogwarts van a venir a llamar a tu puerta, ya me entiendes.

Theo carraspeó sonoramente ante la pregunta y esbozó una media sonrisa mirando a su amigo.

-Oh bueno, tengo a alguien en mente.-contestó Draco crípticamente.

-Vamos no te hagas el interesante, Draco. Sabes que todos tus movimientos son de dominio público en el colegio, tarde o temprano me enteraré.- arguyó Zabini intrigado.