☯lesbian [stories]

Como el primer día.

Es difícil dejar ir a alguien con quien compartiste los mejores momentos de tú  vida, de esos que jamás se borrarán de tu mendo, de esos los cuáles al recordan te dan ganas de volver a vivirlos, y porqué no de esos que se te llenan los ojos de lágrimas al recordarlo.

Dicen por ahí que el amor no sé busca sólo que se encuentra, yo no te busqué ni vos a mi, simplemente nos encontramos sin saber que iba a suceder luego.

Nuestro encuentro fue por algo, el destino estaba escrito para nosotras, nuestra historia estaba escrita pero no en papel si no que en las nubes, si no quien me explica a mí lo que sentí al chocarnos en aquél puente, con aquélla tormenta, cuando tomé tú mano para levantarme sentí que estaba tomándo la mejor decisión de la vida, no me dejaste caer, me levantaste, y supe ahí que serías quién me levantaría cuando mi mundo viniera abajo, pero esta vez ya no estuvo para mí.

No quiero que se vaya, no lo permitiré, haré todo lo posible hasta lo imposible, porque lo primero ya se agotó, para que se quedará aquí conmigo.

¿Es normal que alguien de un día a otro cambie completamente, qué sin motivos quisiera desaparecer de esta vida?

En una hora sale su vuelo, y ahí estaré yo para suplicarle que la necesito, que la necesito como el aire para poder respirar.

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Llegó al aeropuerto y voy a fichar a ver si llego a tiempo y a que hora saldrá el vuelo 24.

-Buenas tardes señorita, podría decírme a qué hora sale el vuelo 24? es el que va a Londres.-dije amablemente

-Gracias por su respeto, fíjese que el vuelo saldrá en 35 minutos.

-Muchísimas gracias- sonreí.

Voy a recorrer todo el lugar hasta llegar dónde supuestamente tendría que estar Vero, la vi ahí parada de espalda, con sus maletas, luego que varios minutos vi que quedaban menos de quince minutos. Fui corriendo hasta donde estaba sólo que no me había dado cuenta que ella no estaba más.

Sentí alguien chocar conmigo, estaba apunto de caerse, y le dí la mano para que sucediera, al tomarla decidí mirarla a los ojos, y era ella, no podía creerlo después de meses volví a tocarla, una lágrima cayó de su ojo, entonces comprendí que ahora era mi turno agarrar de su mano, ella no esta bien, se le nota en su mirada, en sus ojos, que ya no tienen esa luz con la cuál me miraban.

-Karla, yo...-suspiró y pude ver la chica que nunca ví.

《Atención pasajeros, el vuelo 24  se ha cancelado, se viene una fuerte tormenta,lamentamos lo sucedido》

Definitivamente ella no tenía que irse, es muy loco, no? algunos dirán que es casualidad pero no, nuestro destino estaba escrito y sé que nosotras por más dura que sea la vida siempre estaremos para levantarnos.

-No digas nada Veroni...-sentí sus labios en los míos, no saben cuánto extrañaba un beso suyo, la verdad no lo saben.

-No vuelvas a hacer esto, por favor-le decía entre besos,-Quiero estar con vos por todo el resto de nuestras vidas, quiero estar ahí para levantarte, para poder hacerte felíz-lágrimas salían de mis ojos.

-Te lo juro mi amor, no volveré a hacer otra locura así, si lo hago, sólo quiero que sea con vos- me abrazó.

Muchos dicen que los abrazos son el mejor remedio, y es así, aunque ella es mi remedio el cuál necesito para vivír.

-Vamos para casa, te enfermarás- dije en su cuello.

Y fuimos tomadas de la mano, bajo la lluvia, como el primer día.

~Si supieras cuanto te amo princesa, no me alcanzaría la vida la para demostrartelo~