JAMES CARSTAIRS

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12. JAMES CARSTAIRS.

Los videos de seguridad del hotel de Ragnor Fell llegaron esa noche a mano de su abogado.

Alec estaba haciendo el papeleo sobre un caso de exceso de velocidad cuando lo vio entrar a la comisaria, el hombre camino hacia el mientras se preguntaba cuántas veces necesitaría verlo para que le sacase la paciencia.

-Señor Lightwood, vengo de parte de mi cliente Ragnor Fell- anuncio el cuándo estuvo cerca, se puso de pie y cruzo sus brazos.

-Lamento informarle abogado que no puedo quitar la custodia policial sobre ninguno de sus clientes- Alec volvió la vista sobre el papeleo esperando que el hombre se fuera.

-En realidad vengo a otra cosa- puso enfrente del policía una USB-. Son los videos de seguridad que solicitaron del hotel de mi cliente.

Cuando volteo a verlo la sensación de malestar se apodero de él nuevamente, el solo recuerdo del abogado entrando al edificio era difícil de digerir, tenerlo al frente no ayudaba para nada. Toma la USB en sus manos, trato de no sostenerla con fuerza para no demostrar su malestar.

-Hare que nuestro técnico lo revise- volvió su vista sobre el papeleo, esperando que el abogado se fuera.

-Oficial- no, aparentemente no había captado la indirecta-, quiero que entienda algo, no busco liberar asesinos, también quiero que la persona que le hizo daño a esa pobre chica pague por eso. No está haciendo la diferencia encerrando inocentes y dejando fuera a los culpables.

Se levantó de su asiento con fuerza, lo que menos necesitaba en esos momentos era una lección de moralidad de ese hombre.

-No me diga cómo hacer mi trabajo.

-No estoy…

- ¿Todo está bien? - su hermano los interrumpió, el rubio conocía muy bien al mayor como para no saber cuándo estaba enojado, pero había algo más detrás de Alec que le preocupaba-. Abogado, si vino a molestar a oficiales de policía, le recomiendo que se vaya, no hacemos buen uso de las celdas cuando estamos enojados.

-De acuerdo- asintió el rubio-, espero que hagan buen uso de esos videos, mucha gente importante suele hospedarse en los hoteles de mi cliente y no estarían muy alegres de saber que son espiados.

-Lo haremos.

El abogado se despidió, el pelinegro lo siguió con la mirada hasta que salió de la Estación de Policía, volvió la vista al papeleo, algunas de las palabras daban vueltas en la hoja ocasionándole dolor de cabeza.

-Oye, ¿estás bien? - pregunto Jace mirando a su compañero-, no te había visto perder los estribos desde hace mucho tiempo.

-Sí, solo…- dejo los papeles en su escritorio y le tendió la USB a Jace- quiero que este caso termine de una vez. Hazme un favor, revisa los videos del hotel con Simon.

-Está bien- Jace evaluó a su hermano con la mirada, no era uno de los mejores detectives por nada, era capaz de descifrar el comportamiento anormal en una persona, era más fácil con Alec porque habían convivido con el gran  parte de su vida-, pero si voy a tener que pasar quien sabe cuánto tiempo con Simon más te vale que me des una buena razón después, y ten en cuenta que yo no soy Isabelle, yo soy un oficial de policía capacitado para manipular a las personas para que me digan lo que quiero.

Era sorprendente como Alec aún tenía la capacidad de sorprenderse por Jace. Siempre fue alguien serio, pero era como un niño pequeño descubriendo el mundo algunas veces, Jonathan tenía la curiosidad de un niño rodeando de monstruos, tal vez era eso lo que lo hacía un gran policía.

El Deber del Corazón (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora