5. Rutina

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Capítulo 5

(1 años después)

–¿May? Ya estoy en casa —el hombre dejó la llaves encima de la mesa y empezó a sacarse la chaqueta. Se extrañó del silencio—. ¿Amor? ¿Dónde- —vio a su esposa en el suelo en un charco de sangre. Corrió hacia—. ¡May! Dios mío... May, mi amor. Dios... No —exclamó notando su piel fría al tomarla entre sus brazos. No pudo gritar por ayuda, no pudo llamar a una ambulancia. Sólo ver su pálido rostro antes de que un nuevo disparo retumbara la casa.

—·•·—

Gritos y más gritos de dolor y rabia.

Spinne.

El origen de todo eso.

Tür.

No hay escapatoria.

Drei.

Ese era su número.

Koffer.

Los sentimientos se guardan.

Prüfung.

No hay que fallar.

Frage.

Sin respuesta.

Kissen.

No existe suavidad.

–Aufwachen. Dritte —tres toques de dolor en su columna, y luego nada.

El dolor se detuvo y Peter jadeó del cansancio.

–¿Dritte?

–Bereit zu vollbringen.

Lo llevaron a la habitación donde usualmente lo entrenaban.

Un gran soldado, como solían ser, se puso frente a él y levantó los puños en guardia. Peter solamente se quedó allí.

–Töte oder Tod.

Apenas el contrincante le lanzó un golpe, el pequeño trepó el brazo y se colocó detrás de su cuello. Y de nuevo simplemente le rompió el cuello de un movimiento rápido. El cuerpo cayó boca abajo y el menor estaba encima.

–Mission erfüllt.

–Genug. Dritte.

Tres nuevos toques de dolor del collar y el chiquillo se levantó.

Su rostro no cambió demasiado al ser consciente del cuerpo frente a él. Pero su ceño se frunció y lágrimas se acumularon en sus ojos.

–Buen trabajo. Descanso de 2 horas. Luego regresas a tú lugar. 

Peter hizo una pequeña reverencia para así decir que había entendido.

Salió de la habitación con la espalda erguida y la consciencia manchada por sangre.

Fue a su baño asignado para darse una ducha rápida. El agua nunca estaba cálida, pero eso ya no le importaba. Había olvidado que las dichas pueden tener agua tibia.

El agua era suficiente para ocultar sus lágrimas de culpa. Observaba sus dañadas manos con callos y cicatrices, las miraba como si fueran armas mortales con miedo de lo que su cuerpo era capaz de hacer para sobrevivir.

ᏞᎾsᏆ ᏟhᎥᏞᎠDonde viven las historias. Descúbrelo ahora