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Hace ya algunos meses desde que Min YoonGi y Park JiMin hablaban cada vez más al pasar de los días.

Y es que, luego de que por primera vez ambos se permitieran mostrar una parte más sentimental al otro, más allá de las charlas sobre grupos o artistas favoritos, o incluso de las "discusiones" que tenían a veces sobre si JiMin había robado o no las galletas de Suni, las conversaciones fueron cada vez más cercanas y recurrentes.

Esto último había pasado una vez que YoonGi y JiMin hicieron videollamada por primera vez. Porque si, la amistad entre ambos había crecido muchísimo y procuraban siempre tener su llamada de los sábados.

JiMin estaba masticando una de sus galletas favoritas cuando de repente Suni —que para ese momento ya conocía de sobra al pálido— apareció en escena acusando al pelinegro de estarse comiendo sus galletas.

Si bien Suni era una dulzura de niña, cuando de los amigos de su hermano (TaeHyung y YoonGi) se trataba era otra cosa. Hasta la fecha, seguia sin entender porqué la personalidad malvada de la pequeña salía a flote en esas ocasiones.

Aunque claro, Min YoonGi no podía ver eso y siempre acusaba a JiMin. Como si los sonrojos a causa de la vergüenza que pasaba en sus videollamadas con el mayor y el título de "El roba galletas" no fueran suficientes.

—Te lo digo, mochi, eres un bully con tu pobre hermana— Negaba con la cabeza siempre que volvía a a sacar el tema.

—¡Pero eran mis galletas!— Puchereó e insistió a pesar de que sabía que el castaño no iba a cambiar de opinión.

Tenía la firme teoría de que su hyung solo apoyaba a Suni porque él también era el hermano menor. Y le parecía una total falta de respeto, la verdad.

Por otra parte, estaban HoSeok y TaeHyung, que aunque JiMin y YoonGi no tuvieran idea, habían conseguido sus números y ahora eran amigos.

Claro, el par se la pasaba creando planes imaginarios para la boda del "YoonMin", el maravilloso nombre que le habían puesto a su shipp. Aunque quizá, sólo quizá, primero debían pensar en cómo unirlos en el sentido romántico.

En fin, las cosas habían cambiado.

YoonGi últimamente lucía más alegre, pues entre sus amigos era bien conocido por tener esa característica expresión de gatito enfurruñado.

También, en los días que estaba a cargo de la biblioteca del restaurante, se le veía acomodar los libros de los estantes mientras tarareaba Can't take my eyes off you, cosa que era todavía más impresionante por el hecho de que él desde siempre había dicho que se le daba mejor el rap, y por lo mismo, evitaba canciones de ese estilo. Tampoco es como si Min YoonGi soliera escuchar baladas.

Y luego estaba JiMin, que poco a poco había dejado de estar tan obsesionado con cumplir las cosas de la preparatoria. Era consciente de que ser un perfeccionista le causaba bastante estrés e incluso a veces se quedaba sin dormir o comer por hacer las tareas. Le agradecía enormemente a su hyung por ayudarlo a entender con sus mensajes y reconfortantes palabras que no estaba bien descuidar su salud de esa manera y que podía perfectamente ser cumplido sin necesidad de exigir tanto de sí mismo.

Ahora era una persona mucho más tranquila, y estaba trabajando con sus "altos niveles de dramatismo", como el pálido decía jugando con él.

En general, se hacían bien el uno al otro.

Sin embargo, ¿cómo podía reaccionar de forma tranquila cuando una noche, de repente, llegaba su hyung y le mandaba un mensaje que le alteró como nada más lo había hecho en su vida?

《Chat Min YoonGi》

Yoonie bebé 💜
JiMinnie, prepárate
psicológicamente

Iré a Busan el próximo fin
de semana




Iré a Busan el próximo finde semana

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Mochimin


Serendipia; 윤민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora