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407 Me gustaJimMochi: Cortesía de TaeTae

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JimMochi: Cortesía de TaeTae

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Hace ya algunos minutos que JiMin habia bajado a la cocina por algo para cenar. Desde que llegó de la preparatoria se dedicó total y exclusivamente a hacer todas sus tareas. Claro, omitiendo el tiempo en el que estuvo hablando con Agustd.

No es que realmente le molestara haber hablado con el chico, sin embargo, cuando de escuela se trataba, Park JiMin podía llegar a ser demasiado extremo con tal de cumplir y entregar todo en tiempo y forma. Y no estaba en sus planes tener una mala racha.

Durante los siguientes tres días, sus padres no estarían en casa gracias a un viaje de trabajo. Era lo común tomando en cuenta que ambos tenían el mismo trabajo, y no cualquiera, sino que trabajan en una de las empresas más importantes de Corea. Y eso, una vez más lo dejaba a cargo de Suni, su hermana menor.

Por suerte para el rubio, ese día HaNeul, que era una muy buena amiga suya (y algunas veces niñera de Suni), se había ofrecido para ir a recoger a la pequeña del colegio y dejarla sana y salva en casa de los Park, haciendo que terminar sus trabajos fuera una tarea más fácil.

Suni era una niña bastante independiente aún con sus diez años. Ordenaba su habitación, cumplía con la escuela siempre, preparaba su desayuno en ocasiones, y una que otra cosa más que fuera sencilla para su edad. Por esta razón, JiMin podía quedarse varias horas en su habitación sin tener que preocuparse por que le faltara algo.

Regresando al momento actual, Jimin se encontraba con un sandwish a medio comer sobre su escritorio mientras hacía la última revisión del ensayo que le quedaba por terminar. Chimmy, su gato, se limitaba a estar pegado a la laptop, ronroneando por el calor que esta desprendía.

Si era honesto, Jimin pensó que no lograría terminar todo hasta que ya fuera muy tarde, pero afortunadamente apenas serían las once y estaba a punto de liberarse de todos esos libros de textos y hojas repletas de información.

Soltó un suspiro cansado. Sólo deseaba irse a dormir. No obstante, y yendo en contra de sus deseos, salió de la habitación siendo seguido inmediatamente por Chimmy y se dirigió a la de Suni para verificar que ya estuviese durmiendo. Cuando llegó, abrió la puerta cuidando no hacer demasiado ruido, encontrándose después con la tierna imagen de la dulce castaña durmiendo plácidamente mientras abraza su peluche de conejo. Algunos mechones de cabello reposando suaves sobre su mejilla.

Se acercó, cubrió mejor su menudo cuerpo con la manta de conejitos que ella adoraba (porque sí, esa niña estaba obsesionada con los conejos) y dejó un pequeño beso en su frente esperando no despertarla. Una vez estuvo seguro que no faltaba nada, se fue nuevamente a su habitación.

Poco después de regresar a su escritorio, su celular vibró haciendo maullar al gato que ya estaba tendido sobre su cama. Lo había silenciado para evitar distracciones durante el día. Deseaba con todas sus ganas dormir ya, pero podría tratarse de algún mensaje de su mamá. Tomó el aparato, e ignorando el contenido de las notificaciones en la pantalla de bloqueo, tecleó la contraseña.

Serendipia; 윤민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora