The Jauregui's Dolls.

ᴠᴇɪɴᴛɪᴏᴄʜᴏ [🔥]

Subí hacia la habitación de Lauren, las palabras de consejo de Kennedy se repetían en mi cabeza. Sentí varias clases de emociones mientras entraba al ascensor. Sentí remordimiento, confusión y miedo. En realidad esperaba no estar siendo engañada por Lauren –incluso si no era intencional- como se lo hizo a Kennedy. En realidad Lauren me agradaba y solo porque no le haya dicho que no la amaba, no significaba que nunca lo haría. Lentamente estaba llegando ahí...Pero como Kennedy dijo, tenía que ser cuidadosa.

Cuando llegué al piso de Lauren y las puertas del ascensor se abrieron, salí y empecé a caminar por el largo pasillo. Fui capaz de escuchar a Lauren desde su estudio, quien parecía estar ocupada con una llamada de teléfono. Pero a pesar de eso, empujé la puerta para abrirla, la cual ya estaba entreabierta.

Cuando Lauren notó mi entrada a la habitación, levantó la mirada de la pantalla de su computadora y me mostró una amplia sonrisa con sus cejas arqueadas y sus ojos iluminados de placer, para verme.

Sonreí, pero no de la misma forma que ella, y empecé a caminar alrededor de la habitación, observando los objetos y los muebles que decoraban y lo arreglada que estaba el lugar de esta mujer, mientras esperaba que terminara con su llamada.

Mientras mis ojos escaneaban los lomos de cada libro que tenía en sus estantes, decidí que actuaría y sentiría todo hacía Lauren, no más o menos de lo que sentía antes de hablar con Kennedy. Nada cambió entre Lauren y yo, y esperaba que nunca lo hiciera, a menos que se convirtiera en algo mejor. Pero como me dijo, iba a empezar a estar más alerta y tomar todo lo que diría y haría Lauren con más escepticismo.

Lauren estaba cerca de terminar la conversación mientras me acercaba a la pequeña mesa de madera que tenía diminutas figuras de algunos personajes, una vasija y un recuerdo de Hawaii, que llamó mucho mi atención.

Lentamente la levanté para admirarla más de cerca. Era un pequeño contenedor de vidrio lleno de arena, y tenía algunas conchas diminutas de mar y estrellas de mar dentro. Un paraguas diminuto de papel, azul, que se parecía a los que usualmente se ponían en los jugos tropicales, que también estaba en la arena pero su sombra se esparcía por fuera del borde del contenedor. Por último, alrededor del cuello de vidrio estaba una delgada cuerda que tenía un pequeño letrero con la palabra Hawaii escrito en cursiva.

—Una amiga me la trajo cuando regresó de su viaje. —Escuché decir de pronto a Lauren, causando que la mirara.

—Oh. —Sonreí, mientras colocaba el obsequio en su lugar—. En realidad es lindo. —Me alejé de la mesa mientras empezaba a caminar hacia Lauren para sentarme frente a ella.

—¿Alguna vez fuiste a Hawaii? —preguntó, mientras se inclinaba en su asiento y cruzaba sus brazos.

—No. —Negué con la cabeza mientras cruzaba mis piernas desnudas—. Pero siempre quise ir.

—Entonces son buenas noticias. —Sonrió Lauren.

—¿Cómo? —Alcé una ceja hacia ella.

—La final de la temporada será en Hawaii.

—¡Cállate! —Ahogué un grito, sentándome erguida—. ¿Te refieres a que iremos a otro lugar?

—Sí. —Asintió, riendo suavemente—. El año pasado, fue en la ciudad de Nueva York. Para este año, sentí ir a un lugar tropical.

—No puedo esperar. —Sonreí ampliamente, sintiéndome muy emocionada por el viaje. La final sería dentro de unas pocas semanas ahora, así que eran buenas noticias. Pero la parte mala era, que no podía creer lo rápido que pasaba el tiempo. Iba a extrañar todo y a todo el mundo que conocí las semanas anteriores.