''Capítulo 4: Viejos tiempos 2/2''.

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Para cuando Archie y yo llegamos a casa, nuestro padre miraba la televisión con una botella de cerveza en mano y con una pizza individual en la mesa ratona de la sala.

-Hola papá- dijo Archie.

-Hola hijos- dijo sin separar la mirada del televisor.

-Oye papá, vamos a ir a casa de Jughead. Vamos a hacer lo de los viejos tiempos- dije, esperando alguna respuesta de parte de mi papá.

-Eso es genial, chicos- dijo finalmente mirándonos a la cara- Archie, ¿por qué no tomas una ducha?, hasta acá puedo oler la cerveza.-

Archie me miró asustado, no se esperaba el comentario de nuestro padre. Yo sólo me encogí de hombros e hice un gesto de modo de respuesta.

-Si, claro papá. Lo haré- dijo subiendo las escaleras.

-¿Cuánto tomó?- preguntó mi padre después de que Archie se había ido del lugar.

-Más de lo que tú tomaste en las fiestas de adolescentes- me limité a decir, para que luego mi padre soltara un suspiro y sólo asintiera.

Sin decir otra palabra más, subí a mi habitación. Al entrar a esta, acomodé las cosas que me había llevado a la fiesta; me quité la ropa y también el traje de baño. Me puse una pijama algo cómoda, puesto que dormiríamos en casa de Jughead.

En una maleta metí algunas cosas para cuidado personal, eché también una frazada, tomé mi almohada. Las cosas las coloqué sobre mi cama, y me dirigí a mi closet; buscaba las casas de campaña, pues desde hace muchos años no las usamos, me dispuse a limpiarlas, pues se encontraban llenas de polvo, por suerte no estaban rotas, sólo eran un poco viejas.

Cerré el armario. Por un momento pude apreciar mi cuarto, que tenía un color blanco de fondo con algunos diseños extraños, la pared que estaba en el sitio de mí cama tenía un collage que hice con la ayuda de mi hermano y mis mejores amigos hace un par de años. Lo demás era como una habitación femenina, con algunos posters de mis cantantes favoritos y con alguna que otra frase en los recuadros. También tenía un espejo de cuerpo completo y un tocador y una silla, para que me arreglara cuando iba a la escuela, también servía para hacer tarea.

Recordé que tenía una caja, debajo de mi cama, en la que guardaba algunos secretos y detalles que mis amigos y familiares me regalaban, o hasta incluso notas que guardaba, y pedazos de papel, en los que solía mandarme notas con Betty durante clase.

Tomé la caja, quité la tapa que tenía y comencé a hurgar su contenido, hasta que encontré una fotografía que el padre de Jughead había sacado. En ella capturaba una pijamada de cuatro niños (Archie, Betty, Jughead y yo), se mostraban los niños riendo entre sí, en el piso había toda clase de golosinas y también un viejo juego que había sido creado por aquellos niños. Espera, ¿ese juego?, creo que yo aún lo guardo; pensé.

Me levanté del piso, y comencé a buscar por todos los rincones de mí habitación. Tras varios minutos de búsqueda Y nada. Miré nuevamente debajo de mí cama. Pero no encontré nada.

Salí de mí habitación y me dirigí a la de Archie, toqué la puerta, pero la abrí tras haber escuchado el sonido del agua cayendo en el baño. Busqué también por todas partes, pero tampoco había nada.

Comenzaba a pensar que tal vez nos habíamos desecho del juego. Bajé las escaleras y busqué por todos los lugares con la fotografía en mano, busqué incluso en el baño, pero no había nada. Fui al garaje, y busqué entre las herramientas de mí padre, debajo de los viejos muebles, hasta que vi un baúl, fui hasta este y comencé a buscar dentro de él. Había de todo, máscaras de Halloween, trajes de los recitales de la escuela, cómics de Archie, mis viejas muñecas y hasta una pequeña peluca de bruja que había ocupado para un festival. En serio no comprendía porque guardábamos todo esto. Seguía revolviendo las cosas dentro del baúl, hasta que sentí un cartón, lo tomé y mí mirada empezó a examinarlo.

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