Love Maze ➳ Jeon Jungkook ©

『OO3.』

- Jun, en una hora más tienes cliente - Suga se acercó a la menor, Jungha se encontraba sentada en la parte delantera del local, cansada. Su mañana había sido agitada, sobre todo por el enorme tatuaje que le había tocado hacer a un joven con hormonas alborotadas, un gilipollas, según ella.

- Bien, iré a comprar algo para comer, ¿Quieres algo? - giró para mirar a su amigo, él solo negó - Ok, entonces volveré en unos minutos - finalizó.

Se dirigió a una de las tiendas cercanas al local. Abrió la puerta y su mirada recorrió los pequeños estantes. Sacó unas papas y un par de refrescos, sabía que de todas formas su amigo le quitaría un poco de sus snacks tarde o temprano. Fue a la caja para pagar y esta vez emprendió camino a un kiosco que se encontraba una cuadra más lejos de la tienda.

- ¿Que se te ofrece, Jun? - un señor de aproximadamente cincuenta años se asomó por la pequeña puerta, solamente lo había visto algunas veces, sin embargo, ya la conocía. 

- Lo de siempre - sonrío levemente para después sacar un poco del dinero que le sobró de la compra anterior.

- ¿Los de menta y chicle sabor sandia, ¿verdad? - La menor asintió, el señor le entregó su pedido - Espero no verte pronto, Jungha- bromeó el mayor recibiendo el pago de las cosas.

- Nunca se sabe - respondió.

Sus pasos eran lentos y de su pequeño bolso sacó la cajetilla de cigarro comprada anteriormente. Prendió uno de estos con su encendedor y lo sujetó entre sus delgados dedos.

Nadie sabía eso, ni siquiera sus amigos más cercanos. Sin embargo, para ella no era algo muy grave, solo lo hacía cuando estaba con estrés acumulado. Aspiro el humo caliente y automáticamente se sintió un poco más calmada, bajo aún más la velocidad de sus pasos y sacó su celular para distraerse unos minutos.

Una cuadra antes de llegar a su estudio apagó el cigarrillo y sacó un chicle de sandía.  Quizás qué haría Yoongi al enterarse de su pequeño secreto. Sabía que fumar le hacía mal a su cuerpo, pero ¿qué si lo hacía de vez en cuando?

Guardó la cajetilla de cigarros en su bolso antes de entrar, sus frías manos empujaron la puerta y dejó las cosas compradas a un lado de la recepción.

- ¿Porque te has demorado tanto, Junnie? - una conocida voz hizo que levantara su vista. Taehyung venía saliendo del pasillo, mientras Jimin y Jin lo seguían.

- ¿Qué hacen aquí? - preguntó con extrañeza.

- Si, hola también. Hemos estado muy bien, gracias por preguntar – respondió Jimin sarcásticamente, Junnie solo lo ignoró.
- Yoongi nos ha dicho que hoy día después de las doce no habría clientes, así que después de que atiendas a Jungkook, iremos por un helado todos - respondió Jin sonriente.

- ¿Helado? ¿Jungkook? - repitió con el ceño fruncido. Bien, sabía que tenía un trato con el pelinegro. Sin embargo, esos últimos días no se habían comunicado. No podía decir nada, ninguno de los dos había puesto empeño en hacerlo.

- ¿Has comprado comida? - Jimin miró la pequeña bolsa con las compras.

- Es para Yoongi y para mí. Hemos trabajado toda la mañana sin descanso – aclaró algo melodramática. El pelimorado hizo un pequeño puchero y se dirigió a los pequeños sillones de cuero situados al frente de la recepción.

El suave sonido de la pequeña campana situada en la puerta sonó avisando la entrada de alguien. Hoseok, Namjoon y Jungkook entraron al local.

- Vaya, han venido todos - Yoongi apareció por el pasillo y se dirigió a la bolsa donde estaban las cosas que Jungha había comprado - Jun, te he dejado las cosas listas- dijo mientras abría las papitas.

- Bien - giró a mirar al menor -Vamos, niño.

El pelinegro la miró enojado, pero de todas formas la siguió a una de las salas. Se sentó en la camilla mientras veía cómo Jun se acomodaba su cabello de dos colores en una cola baja, se lavaba las manos y agarraba un par de guantes junto con los implementos que ocuparía.

-Se te infectó - frunció el ceño al ver el estado del tatuaje, extrañada.

Claro, Jungkook cayó en cuenta que para poder pasar con buenas calificaciones los exámenes finales de la universidad había enfocado la mayor parte de su tiempo en estudiar, casi no había comido ni dormido bien, debido a todo esto en los últimos días se le había olvidado cuidar correctamente su nuevo tatuaje.

– Pero tranquilo chico, no es nada grave. Vas a tener que ocupar alguna de las cremas que te voy a recomendar y obligadamente tienes que seguir con el tratamiento que te daré. Esta vez tendrás que ser constante con la limpieza o empeorará.

Jungkook asintió algo avergonzado mientras la mayor limpiaba un poco la zona. Aplicaba algunas cremas desconocidas para él y finalmente guardaba las cosas en sus respectivos lugares.

- ¿Cómo están tus rodillas? - su mirada se dirigió a estas, debido a que tenía los pantalones rasgados en este lugar pudo divisar los mismos parches blancos que le había puesto la última vez, solamente que se veían más nuevos.

- Bien – Dijo mientras le ponía un plástico alrededor de su tatuaje.

- ¿No preguntarás cómo estoy yo? - los ojos cafés de la chica se posaron en él.

- ¿Debería?

- Es un signo de simpatía.

- Bien, ¿Cómo estás, niño que hace tratos raros?

- No son tratos raros, y hablando de eso, ni me has hablado - la mayor le sonrió sarcásticamente.

- No tengo tú número, genio.

- Entonces, intercambiemos- el pelinegro se paró para sacar su celular de unos de los bolsillos traseros de su pantalón y se dirigió a los contactos para agregar el de la chica.

Jungha suspiró con pesadez y escribió su número en el celular del chico, lo mismo hizo Jungkook después.

Salieron de la pequeña sala y se dirigieron donde los demás.

- ¿Ahora podemos ir por un helado? - Hoseok se levantó de uno de los sillones de cuero.

- ¿No deberíamos almorzar primero? - Pregunto Namjoon.

- Almorcemos y después vamos por el helado ¡Tengo muchas ganas de comer un helado de Sulbing Myeongdong! - finalizó Jimin.

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❝No se olviden de darle amor yop-🥰💞❞