Lance & Ezra

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Shots: (1/1)

POV Lance

Estaciono mi BMW plateado en el lugar de siempre, bajo del asiento trasero mi mochila vans azul marino, salgo de este con mi chaqueta de cuero negro y mis lentes de sol.

—No me llamaste anoche, Lance —Da su queja la rubia oxigenada que me tiré ayer.

—Soy hombre de negocios —Excuso al cerrar la puerta y activar la alarma.

—Entiendo que estés ocupado. ¿Podrías recogerme hoy? Me encantaría repetir lo de la última vez —Coloca sus manos en mi pecho al hablar. Tomo sus manitas y las quito sobre mí.

—No va a pasar eso. Solo eres diversión de una noche —Digo en seco antes de retirarme.

—Eres un insensible, Lance —Chilla dando un taconazo al cemento.

Al caminar hacia la entrada solo levanto mi dedo de en medio en señal de que se joda la muy perra esta.

Un chico que llega más o menos a mi nariz me mira neutro. Al parecer es un nerd, tiene gafas en forma de círculo, cabello alborotado y un bonche de libros que sostiene con sus manos.

—¿Algún problema? —Levanto mi ceja al apoyar mi peso en una pierna.

—¿Es necesario que tenga uno? —Ahora él levanta una ceja con su misma expresión.

Me sorprende un poco, solo un poco, su respuesta, otras personas se pondrían nerviosas y empezarían a temblar, en serio como me da risa cuando reaccionan así.

Este tipo es diferente. Lo diferente me gusta.

Veo cómo avanza hacia la dirección a la que voy. Camino máximo unos 5 metros atrás de él, veo como entra y se dirige a su casillero, yo sigo de paso y me detengo en el mío.

Echo unos cuantos libros para las clases próximas y tambien echo un chicle a mi boca.

—¡Lance! ¿Cuántas veces te debo de decir que no puedes estacionar tu auto en ese lugar? —Llega con su sermón el director panzón.

—Lo siento Sr. Director, verá, tengo prisa, necesito ir a clase —Argumento antes de correr a mi clase.

Él se queda con la mano extendida y con la palabra en la boca, escucho como bufa y regresa a su oficina.

Entro a clase, me siento en el último lugar del fondo. Segundos después llega el chico de antes. Mi ojos lo siguen hasta su asiento que él toma hasta enfrente.

Quito mis gafas y las cuelgo en el cuello de mi playera blanca.

¿Cómo es que no lo había visto? Bueno, nunca pongo atención a los ajenos, solo a mí.

Las clases como siempre son aburridas, solo escuché en hacer un trabajo en dúo, como odio esos trabajitos, que se joda la maestra de Lengua.

—Baja tus pies, quiero sentarme —Miro con el ceño fruncido al autor de la voz. Era aquel chico de lentes redondos.

—¿Disculpa? —Pregunto malhumorado.

—Somos pareja en el estúpido trabajo ese. La doña dijo que nos reuniéramos con la otra persona, es decir, contigo —Explica brevemente.

—Ya que —Bajo mis pies de mala gana. Él se sienta y acomoda su cabello con solo pasar su mano hacia atrás.

Mire cada movimiento que hizo solo para hacer esa acción, se vería mejor debajo de mi sudando y yo peinando ese bello cabello castaño mientras pide más y más como toda una zorra.

¿Pero que mierda piensas, Lance? Lo acabas de ver y ya te lo quieres cojer. Si que estas enfermo.

—Y haremos eso, ¿Okay? —Pregunta viéndome después de anotar algunas cosas en su libreta.

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