Encuentro

1.1K 133 12
                                    


Bajo el manto de estrellas el carruaje real iba a un paso lento y suave. La noche era tranquila y solo se oía el trotar de los caballos.

Dentro era una cosa completamente diferente, si las miradas mataran los príncipes ya estarían muertos.

Alex se encontraba en un rincón lo más posible alejado de Julio, ambos tenían miradas fulminantes, Julio estaba de piernas y brazos cruzados, no quitaba la mirada del doncel arrinconado, que abrazaba sus piernas.

-¿quieres sentarte bien?-siseo el mayor.

-¡todo es tu culpa!-grito con enojo Alex.

-¡¿mi culpa?!-grito Julio, jalando el delgado brazo-¡fuiste tú la perra que se revolcó con el esposo de su amigo!-escupió mientras sacudía al frBajoágil cuerpo.

-¡claro que no, eso es mentira!-afirmo, intentando salir del agarre.

-¡por dios!-el hombre tumbo al doncel en el asiento inmovilizando las muñecas-¡tienes el descaro de mentir!-arranco el vestido dejando desnudo el pecho-¡cuando te encontraron en la alcoba desnudo y con la pierna abiertas!-

Lágrimas de impotencia manchaban la cara del doncel, lucho con la lengua que forzaba con adentrarse, mordió con saña sintiendo el metálico sabor extenderse por su boca.

-maldita perra-siseo el hombre, escupió la sangre-tal vez no te pueda desvirgar- dijo malicioso, viendo el terror en los ojos violetas-pero te voy a preñar una y otra vez- quito la parte que faltaba del vestido-hasta que mi esencia quede marcada en tu culo-

El hombre ataco la boca ajena esta vez dando también un mordisco, consiguiendo entrar, paso su lengua por toda la cavidad bucal, sentía el pequeño cuerpo temblar bajo suyo, fue bajando hasta llegar a los pezones que lamio y mordió dejándolos rojos.

Con una mano sosteniendo las delgadas muñecas, bajo la otra pasando por el plano estómago, llegando al flácido miembro, lo masturbo consiguiendo que despertara solo un poco para su disgusto, llego hasta las nalgas que apretó para luego adentrarse en ellas, llegando hasta ese delicioso esfínter.

Metió dos dedos al seco pasadizo, dañando en el proceso, los movió salvajemente dando vueltas y pequeñas embestidas que solo lograban lastimar al pequeño, cuando se cansó del juego saco los dedos, y bajándose los pantalones metió de un golpe el gordo miembro en la pequeña y lastimada entrada.

-AHH- Alex sentía un horroroso dolor en el culo, ardía y mucho, solo atino a cerrar los ojos y esperar a que terminara lo más rápido posible.

-ma-ldita perra-escupió el hombre sin dejar de moverse- tenía es-peranzas de que fueras virgen-le dio una fuerte nalgada- pe-ro ya sen-tí que no- dijo entre jadeos, bajo la boca y dejo mordidas en el cuello.

Alex lloraba y lanzaba quejidos de dolor, podía oler la sangre saliendo de su entrada y las palabras de Julio solo traían un recuerdo que quería olvidar. Una cachetada le cruzo la cara, rompiéndole el labio.

-ah por-favor pa-ra ah-no le quedaba de otra que suplicar, pero sentía que ya no pida más con el dolor de su entrada, para su alivio y desgracia el hombre se corrió ambulantemente dentro de él, lo lleno hasta que la semilla se derramo entre sus muslos.

-bueno, no puedo negar que tienes un delicioso culo- dio una última nalgada antes de salirse- por lo menos para eso sirves-

El varón se subió los pantalones para después sentarse a dormitar un rato, dejando a un Alex hecho un ovillito en el suelo del carruaje, con semen cayendo de su entrada y lágrimas silenciosas surcando el bello rostro.

Bajo tus alas...¿o garras?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora