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Nos encontramos en una sala de hospital donde una mujer peliverde de ojos jade se encuentra en labor de parto, está es Inko Midoriya y junto a ella está su esposo Fudo Midoriya también llamado Kemono no shōgun, el general de bestias y actual héroe número 6

Fudo: tranquila amor, inhala exhala 


Inko: !CREES QUE ESTO ES FÁCIL!........AAAAAAAAA!!!

Doctor: Señor le voy a pedir que se retire

Fudo: P-pe-Pero

Doctor: señor no es una sugerencia, es una orden, déjeme hacer mi trabajo

Fudo: Está bien

Horas después

Podemos ver a un nervioso peliverde de ojos violeta caminado en círculos mientras murmuraba con un tono de voz relativamente alto

Fudo: ESPEROQUEESTEBIENODIOSODIOSODIOSPORQUESETARDATANTOALGOSALIOMALQUEESTAPASANDO

Enfermera: señor

Fudo: PASOALGOONOESTARIAESPERANDOTANTOTIEMPO

Enfermera: SEÑOR

Fudo: ODIOSMIOQUENADALEPASEAINKOYALBEBE

Enfermera: !SEÑOR¡

Fudo: eee?

Enfermera: señor Midoriya, podría acompañarme por favor ?

Fudo: si, claro

Fudo caminaba con una notoria impaciencia y preocupación, en su mente tenía más de mil y un escenarios posibles y por su hiperactiva imaginación todos los posibles escenarios estaban ahora en su mente, esto no pasó desapercibido para la enfermera que con una pequeña risa dirijo su palabra al peliverde

Enfermera: Primer hijo ???

Fudo: Si, que me delató ???

Enfermera: que no le delató, jajaja, no se preocupe, todo está bien

Fudo tras escuchar esas palabras se relajó, contuvo una pequeña risa que casi sale de sus labios, Fudo estaba por responder a la enfermera cuando está le hablo

Enfermera: ya estamos aquí, será mejor que lo deje solo

La enfermera se alejó de Fudo y este se quedo solo, frente a una puerta blanca con un número 46 celeste pálido pintado.
Fudo inhaló profundamente para después dar una larga exhalación mientras sus dedos se acercaban al picaporte, este giro la pieza metálica para posteriormente empujar la puerta.
Esta acción de segundos se sintieron como una eternidad para el héroe que sintió como su corazón era estrujado y las lágrimas inundaban sus ojos y caían por sus mejillas como cascadas.
Estás no eran lágrimas de dolor, sino lágrimas de amor, pero no de un amor pasional y carnal, sino uno más profundo, más familiar, era el amor de un padre por su familia

Frente a él, en esa cama de hospital se encontraba la imagen más hermosa que pudo ver en su vida, Inko Midoriya, su amada esposa con un pequeño peliverde recién nacido entre sus brazos.
Fudo estaba congelado, podría pasarse la eternidad contemplando esa imagen y nunca se cansaría de hacerlo, pero una dulce voz lo saco se sus pensamientos

Héroe De Niebla Y SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora