Wonho y Hyungwon se verán envueltos en una aventura llena de pasión, controversias, dolor y frustración durante un tiempo.
Un amor de verano que querrá llevarlos más allá.
¿Sus sentimientos se verán totalmente involucrados?
¿Todo será felicidad dura...
Por la mañana me levanté con un fuerte dolor de cabeza y unas ganas horribles de vomitar. Había bebido mucho alcohol para bajar mi nerviosismo y mi desesperación. "No pasa nada solo son dos semanas" me decía mientras destapaba otra botella de alcohol.
Tocaron la puerta de mi habitación. Desconcertado la abrí, encontrándome con un hombre alto con cara de pocos amigos.
– El jefe me ha pedido venir por el joven Hyungwon – dijo serio y con la mirada fija a la nada.
"¿Hyungwon?" Pensé inquieto "¡Cómo había logrado saber mi nombre!"No era algo que yo le hubiera dicho y si sabía eso, probablemente supiera más de mi.
– Lo estoy esperando – dijo aquel hombre de una forma brusca haciendo que despertara de mis pensamientos.
Recogí desordenadamente las pocas cosas que llevaba y arregle un poco mi aspecto sin cambiar mi atuendo, pues solo trataba de desaparecer los signos de haber bebido anoche.
Subí a aquel auto tratando de mantener la calma y observando lo que se veía alrededor, eran arboles y un gran lago con vista al agua. Sin casas, sin gente.
Nos detuvimos al llegar a la entrada donde lentamente aquel portón se abrió dejando ver la gran casa de aquel chico.
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Había pasado tan poco tiempo allí que no había visto detenidamente tal mansión del terror. No podía creer como la gente no se daba cuenta de las cosas aunque siempre había pensado que a pesar de que aquella gente tenía sus lugares para pasar el rato, vivían en casas discretas, pero esto me demostraba totalmente lo contrario.
Miré a aquél hombre acercarse, cruzado de brazos, sin quitar la vista de mi.
– Hyungwon... – me dijo serio y miró a su alrededor – ¿Qué sucede?
– ¿Qué sucede? – contesté desconcertado y el sonrió nervioso para después abrazarme por los hombros y caminar conmigo hacia la entrada de la casa.
