♥C I N C O♥ Un triste amor.

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Narra Hyungwon

Por la mañana bajé las escaleras con mis cosas en la maleta después de llamar a un taxi e intentar escabullirme por la casa.

Llorando por el camino había comenzado a recordar sus ojos, su sonrisa... La forma en la que me miraba e intentaba hacerme feliz era algo tan único que despertaba sentimientos tan confusos en mi corazón.
En cierto tiempo, haber despertado junto a el por las mañanas, piel con piel, sintiendo sus cálidas manos sobre mi, me habían echo el hombre más feliz. Pensé que era capaz de soportar cualquier cosa con tal de que el estuviera para mi, porque simplemente el riesgo siempre había sido parte de mi vida.

Sin embargo, mi corazón dolía demasiado al grado de ya no poder soportar. Sabía que si yo me iba el lograría olvidarme fácilmente y encontraría a alguien más. Pero yo... Siempre saldría perdiendo y era mi culpa, había sido participe de un trato tan tonto.

Narra Wonho

Después de haber pasado una larga noche en la habitación de abajo, desperté con el fuerte sonido de mi teléfono vibrando.

– ¿Qué sucede?...

– Jefe, solo para informale que el joven Hyungwon ha salido hoy a las 4:45am con dirección al aeropuerto de seúl, taxi blanco, placas 34U27, con chofer hombre de 28 años de nombre Kim Hubim numero 36.

– ¡Aereopuerto! – Dije exaltado – ¡Les dije que no dejaran que saliera de esta casa sin mi autorización!.

Hyungwon Chae, 25 años, estatura 1.83, peso 60kg. Vestía traje beige, camisa cafe, zapatos de gala blancos. Aereo linea AirEuropa, vuelo 1037, destino París, hora 7:30, sala C, condición: a tiempo.

– Mejor anotalo... – Dicté y salí corriendo de la casa en busca de aquel chico.

No podía detenerlo lo sabía, pero no quería dejarlo ir. Mi corazón se encontraba confundido y necesitaba aclarar cosas e intentar estar bien, quería saber cosas aún y eran cosas solamente el sabía y no podía investigar.

Bajé del coche corriendo y buscándole por todo en el aeropuerto aún sabiendo que era casi imposible alcanzarlo, pues parecía claramente que su vuelo estaría a punto de salir.

"Puedo detener todo esto si quisiera" pensé, pero era muy arriesgado.

Un dolor fuerte en corazón hizo que sintiera unas ganas terribles de llorar, conforme más me acercaba a la entrada de su vuelo hasta que finalmente pude verlo por el espejo subiendo a aquél avión y sin mirar atrás.

Me tiré en el piso ya sin contener las ganas de llorar, sin saber porque mi corazón dolía demasiado y mi cabeza daba vueltas.

– ¿Quiere que detengamos el vuelo señor?, el personal viene preparado para la solicitud.

– No – me levanté mirando a aquel avión con rabia. – Iré a otro lado, salgan todos de la casa – me fui del lugar.

Pasada la tarde, ya bastante alcoholizado había tirado mi teléfono al agua enojado.

– ¡Wonho! – se acercó aquel chico de cabello café abrazándome – ¿Qué has venido a hacer aquí?. Hace mucho que no venias a lugares de lenguaje corporal hombre.

– SanWoo, dejame en paz – tomé un cigarrillo.

– No – me lo quitó – Tu los vendes, no los consumes. – rió. – Estás inquieto. Gustas ¿qué te ayude en algo?

– ¿No deberías de estar trabajando?

– Ha terminado mi horario. Estoy totalmente libre. Para ti, estoy libre siempre. – Callé – ¿Has estado llorando?

– Olvida todo lo que suceda hoy por favor.

– ¿Qué deseas que olvide? ¿Qué te he visto llorar?... No pasa nada.

Hubo un silencio absoluto hasta que finalmente me abalancé sobre aquel chico y comencé a besarle siendo totalmente correspondido.
El había sido la única persona en todo este tiempo, pero nuestra relación nunca había logrado conformarse.
Mi cuerpo me hacía querer desear eso en ese momento pero mi corazón sabía que el no debía ser parte de este engaño.

Sin embargo pasó lo que tenía que pasar esa noche. Desperté con un fuerte dolor de cabeza al lado de aquel chico que dormía plácidamente.

¿Había jugado con el?, ¿lo había utilizado para olvidar a Hyungwon? Era tonta la culpa que sentía y no me dejaba estar tranquilo.

– ¿Fue alguna chica Wonho? – me dijo levantándose de la cama – Quizás algún hombre. Se que a tu casa no entran chicas, suena lógico para mi.

–SanWoo por favor...

– Si en realidad lo quieres deberías de estar con el y no aquí conmigo. Tal vez por fin hayas encontrado a la persona correcta. – Hubo un silencio – Entonces... Me iré, arregla tus asuntos y tal vez luego podamos hablar – se levantó y se fue.

Por un momento me acosté inquieto en la cama hasta que tomé el teléfono y marqué.

– Prepare un vuelo a Francia y busque la ubicación del chico y la dirección de la interpol. –colgué.

Alimentate de mi | 2WONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora