─No tengo tiempo para tus estupideces –dijo la mujer, mientras entraba al despacho de los Horan.El rizado cerró la puerta tras de él y la miro con mucha seriedad.
─Así que vayamos al grano, niño Styles.
─Que cínica es usted –contesto acercándose hacia ella, ambos sosteniéndose la mirada.
La mujer arqueo una ceja y recargo sus caderas sobre el escritorio, al mismo tiempo que se cruzaba de brazos.
─Bueno, creo que tenemos algo en común, ¿No?
Harry sonrió irónicamente y miro detenidamente de pies a cabeza a la mujer.
Poseía un vestido de noche que a simple vista se miraba demasiado caro, accesorios brillantes, exceso de pintura en el rostro y un color de cabello castaño rojizo perfectamente agarrado en una cola de caballo.
Le sorprendía bastante ver lo diferente de su apariencia, nadie cambia tan rápido en tan solo un qño, a menos que tenga el dinero suficiente para hacerlo.
─Al parecer, ha aprovechado cada centavo que le he dado, ¿No es así?
La mujer relamió sus labios molesta y de nuevo inicio la batalla de quién miraba más a quién.
─¿Qué haces aquí?
─No, la pregunta es qué hace usted aquí.
─Mira...
─Su esposo no tenía muy buena fama en esta familia. Pero eso no importa porque ahora se consiguió a alguien más rico ¿No?
─Así es.
─Pero que egocentrista es usted.
─Cállate. Ya sé porqué me has traído hasta aquí.
─A ver, ¿Por qué?
─Es por él.
─Wow, me sorprende que no se haya olvidado de su hijo.
Rio irónico, y antes de que la mujer pudiera decir algo, la interrumpió.
─¿Si recuerda que hoy es su cumpleaños, verdad?
─¿Dónde está?
─No sé.
─No mientas, yo sé que está contigo.
─Si estuviera conmigo, ni siquiera tendría esta conversación con usted.
─¿Qué le has hecho?
Harry rio cínico y recargo su cuerpo en uno de los muebles color chocolate.
─¿Dónde está?
─Que no sé.
─Deja de jugar imbécil.
─Pues, yo no estoy jugando.
─¿Qué le has hecho?
─Muchas cosas.
─¿Por qué él no está contigo?
─Por hijo de puta.
─¡Ya basta!
─No se altere –sonrió– Ahora si le preocupa su hijo, verdad...
─Si no me dices dónde está, te juro que voy a demandarte.
─Uy, que miedo –rio caminando hacia ella–. Si usted me demanda, yo tendré mucho que declarar. Principalmente que usted fue la que me ofreció a su hijo por una fuerte cantidad de dinero, la suficiente para salir de su pobreza; y mientras su hijo sufría por mis maltratos, usted se compraba todo lo que alguna vez en su vida quiso.
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Our Story | l.s (Segunda Parte)
Fanfiction﹙Segunda parte﹚ "- No puedo prometerte que cambiaré porque nunca lo haré, no puedo prometerte que dejaré de pelear contigo hasta al cansancio porque nunca lo dejaré de hacer, no puedo prometerte que no perderé el control porque siempre lo haré, no p...