Vías

54 10 2
                                    

Cuando Tyler abrió sus ojos se hallaba encima de una cama de la cual se cayó. Cuando se levantó y observó bien a su alrededor se dió cuenta que se encontraba en su habitación, todas sus cosas se hallaban ahí, lo primero que vió fue a su piano y su ukelele y sonrió.
Casi se sentía llorar de la felicidad por estar de vuelta.

Salió de la habitación rápidamente, dándose cuenta que la casa se hallaba extrañamente solitaria. Mordió su labio inferior y bajó las escaleras con lentitud, notandolo todo solitario y oscuro.
Ni siquiera podía ser capaz de oír a algún grillo y era muy común escucharlos en el patio de su casa a todas horas, solo pudo notar el sonido de las gotas de agua que caían pausadamente en el fregadero de la cocina. Fue hacia el y cerró la llave, viendo a través de la ventana, haciendo a un lado la cortina azul y observando que afuera estaba oscuro, apenas había luz y el cielo estaba mortalmente nublado, las nubes estaban coloreadas de un color negro intenso. Tragó saliva y luego fue hacia la puerta principal de su casa, saliendo por esta y observando a su alrededor. No podía notar a nadie fuera, ni siquiera podía captar un leve olor.

Frunció su ceño y empezó a caminar entre las calles, viendo cada casa. Todas parecían solitarias, los coches seguían ahí y dudaba que hubieran hecho algún tipo de evacuación de emergencia. Tampoco había ni una sola luz prendida, ni siquiera la de las farolas de la calle.

De repente se hallaba corriendo, no sabía bien hacia donde pero su instinto le decía que lo hiciera, que corriera y se dejara guiar. Durante el trayecto se dió cuenta que había tomado dirección hacia la preparatoria.




























Josh avanzaba delante, pisando las secas hojas que se rompían cediendo al peso de sus pies. Todo el riel del tren que sobresalía de la escuela estaba lleno de hojas, se podía oír a más de una romperse gracias también a que Jenna, Brendon, la señora Roberts y Samantha iban detrás, observándolo todo igual que él: con curiosidad y preocupación.

- ¿cómo arreglariamos esto? .- murmuró Jenna con preocupación, entrando a la preparatoria junto a los demás.

- no lo sé .- respondió Josh avanzando con cuidado. Todo estaba oscuro.- pero lo averiguaremos.

- eso espero .- suspiró Brendon.




Entonces un tintineo les hizo detenerse en seco. El sonido era como metal contra metal, cada paso era equivalente a escuchar aquel ruido. Ruido que se les hacia familiar porque ciertamente, ya lo habían oído antes.

No tardaron mucho en reconocerlo y ponerse en alerta. Fue entonces que del otro lado del pasillo apareció uno de aquellos jinetes, en respuesta todos se pusieron rígidos y los tres Alfas presentes gruñeron en su dirección, con su sentido protector saliendo a flote.


















Tyler se detuvo delante de la preparatoria, justo al lado de las vías del tren, posando sus manos en sus rodillas tratando de recuperar el aliento, con sus pulmones abriéndose y cerrándose para poder acarrear todo el aire posible y recuperarse. Se enderezó, sintiendo el sudor frío en su frente y sienes. Pasó la manga de su suéter por ella, pensando seriamente en que después se enfermería ya que estuvo bastante tiempo en un lugar demasiado frío y ahora el ambiente era más cálido, húmedo, mas encima que corrió. Piensa que ha tenido un cambio brusco de temperatura y detesta la idea de llegarse a enfermar. Comenzó a caminar con precaución, cuidado y lentitud entonces, encaminandose hacia la puerta principal del plantel.



















Josh gruñó golpeando nuevamente hacia esa cosa, que sin esfuerzo alguno lo tiró al suelo, Brendon aprovechó y se arrojó hacia él, tratando de tirarlo pero fue arrojado contra una pared.

Rápidamente aquel jinete desenfundo su arma y apuntó hacia ellos con intenciones de dispararles pero Josh se interpuso. Lo tomó fuertemente de la mano, aún gruñendo con molestia y con toda la fuerza que pudo reunir volteó lentamente el arma hacia el jinete quien ponía fuerza para que no sucediera pero al final el arma fue disparada en contra de sí mismo.

Cuando todos lo vieron caer con un destello verde parpadeante en el medio de su pecho fue que pudieron respirar con tranquilidad. Los demás caminaron, adelantándose y quedando un metro lejos del cadáver.

Fue entonces que todo pasó demasiado rápido.

- ¡cuidado! .- gritó Jenna en dirección a Josh, advirtiéndole.

Cuando se volteó pudo observar a uno de esos jinetes detrás de él pero éste no pudo hacer nada porque una tabla de madera clara fue estrellada contra su cabeza con fuerza, logrando partirla un poco. Cuando el jinete cayó al suelo Josh levantó su mirada topandose con unos ojos miel que conocía tan bien, casi sentía que él mismo aullaria de júbilo.


- ¿no llego tarde? .- preguntó el Omega dejando caer la tabla al suelo.

No sabe que clase de impulso fue, tal vez de emoción, que termino abalanzandose hacia el castaño, tomándolo de las mejillas y juntando sus labios.

Y oh Dios.








Josh jura que acaba de probar el cielo.

Infame cacería { Joshler }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora