Mala Fama

14. Adicción

¿Nunca han sentido como su cuerpo se paraliza, y que cuando reaccionas no sabes cómo respiraste para seguir con vida en ese momento? Pues Marah lo había experimentado en ese rato, su cuerpo se había paralizado en donde se encontraba, solo sentía la mirada de Dustin sobre ella. Mientras que ella no podía moverse, ni formular una sola palabra.

Le había dicho que la amaba, lo escucho. Sus palabras salieron de su boca y en vez de provocarle una sensación de felicidad a Marah, sintió un balde de agua helada por su cuerpo. "¿Marah?" escuchaba que la llamaba, podía ver como la cara sonriente de Dustin cambiaba a una de tristeza. La miraba, pero ella no sabía que decir.

Sintió como su cuerpo inhalo aire demás. No sabía si había dejado de respirar sin darse cuenta. Su corazón se movió bruscamente en su pecho.

Él la amaba.

Reacciono de su trance al sentir como Dustin tomó su rostro entre sus manos. "Tranquila" murmuró, ella veía como sus ojos que le mostraban paz. "Sé que es pronto para ti" Fue envuelta en los brazos de él en un cálido abrazo. Dustin sabía que Marah podría no responderle de igual forma, pero él sentía la necesidad de decirle que la amaba. Esperaría hasta que ella estuviera lista para decirlo.

Había caído la tarde y al ser viernes miles de personas se preparaban para salir. Hunter se había puesto sus pantalones de mezclilla favoritos rasgados, color negro y se colocó una playera azul rey. Se peinaba mientras pensaba que haría de ahora en adelante. Tenía que reprimir el amor que sentía hacia Marah, ya que empezaba a notar pocas posibilidades con ella. Puso un poco de gel en su cabello terminando de acomodarlo con sus manos. Pronto escucho unos golpes en la puerta de su recamara. "Adelante"

Se abrió la puerta y pudo ver a Sara asomándose a su habitación. "¿Podría hablar contigo?" Él asintió y entró. Miró curiosa la habitación y luego se sentó en la cama de él.

- ¿Ocurre algo Sara?

- Si, bueno... no se aún, venía a preguntártelo. ¿Sabes que le ocurre a Marah?

Hunter se quedó serio pensando.

- Yo bueno... -paso la mano por su cuello un poco nervioso- Supongo que solo esta confundida.

- ¿Confundida?

- Si bueno, creo que hice que se confundiera –admitió.

- Espera, ¿De qué hablas?

- ¿Tú de que hablas?

Sara lo miró curiosa.

- ¿Qué ha pasado entre ustedes? –preguntó cruzándose de brazos.

- Nada –contestó el buscando su chaqueta negra en su armario.

- Si claro –levanto una ceja mirándolo- Algo tienen ustedes dos, pero eso luego me platicas. Necesito saber algo más importante. ¿Has visto a Marah fumando?

Él la miró.

- ¿Fumando?

- Si –suspiró- Marah ha tenido problemas con eso, cuando falleció su mamá se la paso encerrada en casa fumando y bebiendo. Hasta que mi mamá y yo la hicimos entrar en razón y se mudó con nosotras.

- No lo sabia

- Está bien lo que es una cerveza o dos para despejarte, lo entiendo... pero si no hay nadie que la controlé podría volver a recaer y más con el cigarro. Y sé que lo está haciendo.

- ¿Tienes pruebas?

- Sus manos tiemblan por ansiedad

Trataba de recordar si alguna vez la vio de esa manera.