18. Relámpago de Celos

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No podía estar en clase, no hasta saber que ella estaba bien. Después de la llamada de Scott no podía esperar más tiempo, debía llegar al instituto lo más pronto posible para protegerla. Al llegar observó lo que su amigo le había mencionado, cada rincón de la escuela estaba tapizado por fotografías de Marah y el profesor Varela.

Grupos de estudiantes veían las fotografías mientras hacían comentarios hirientes sobre ella. "Quizá el profesor le gusto verla bailar y quiso probar" "Ellas están con los clientes después de sus presentaciones son sus propinas" Hunter miraba con odio a cada persona que decía algo con respecto al tema del momento.

Cuando vio que discutía con Dustin, no lo pensó dos veces. Debía defenderla de todos los que la llamaba puta. Eso se lo había dejado claro a su madre antes de pedirle el auto y partir de casa. La protegería de todo.

Y ahora, solo la esperaba en una banca cerca de la dirección.

Miró como el personal de limpieza, arrancaban cada fotografía de las paredes. No se dio cuenta en que momento Marah había salido del edificio de administración. Fue detrás de ella rápidamente, la alcanzó fuera de la escuela cuando ella se recargo en una pared. Se veía algo extraña incluso mucho más pálida que de costumbre.

- ¿Marah?

Se acercó a ella rápidamente, estaba pálida, su cuerpo temblaba, respiraba agitadamente. Él la ayudo a llegar al automóvil y la sentó con cuidado. Marah se veía desesperada y señalaba su mochila que había caído a un lado de ella.

- ¿Qué quieres?

- Bus...Busca –trató de hablar pero su respiración era muy agitada.

Hunter la miró extrañado pero ella seguía señalando su mochila. Él comenzó a revisar su mochila hasta que su mano encontró algo extraño, al sacarlo se dio cuenta que era un inhalador. Lo acercó a la boca de ella rápidamente al entender la situación. Marah inhalo la medicina del pequeño artefacto varias veces, pronto su respiración se iba regulando.

Dejo la cabeza recargada en el respaldo del asiento, mientras sentía como se recuperaba. Hunter, se acuclilló en la banqueta pegado a la puerta abierta del auto. La miró detenidamente mientras esperaba que la medicina le hiciera efecto.

- ¿Por qué no me habías dicho que eres asmática? –cuestionó.

- No me regañes –pidió ella- ¿Por qué no estás en tus clases?

- No podía entrar sin saber de ti. ¿Qué te ha dicho el director?

Marah se quedó callada mirando al frente.

- Me ha suspendido, no tendré derecho a mis exámenes.

- ¿Qué? ¿Y al estúpido de Varela?

- A él lo tiene en un trono alto, lo ve incapaz de hacerme algo, más bien dijo que yo era la que andaba tras de él.

- Lo voy a matar.

Hunter se levantó pero Marah lo jalo del brazo.

- No hagas una tontera Hunter.

- ¿Qué no lo haga? Marah, por su culpa puedes perder el año escolar.

- ¿Tú también lo quieres perder? Eso podrías conseguir por ayudarme.

- No importa, esto no puede quedar así.

- Hunter... -ella lo miró- Esta bien, estoy bien... ya me suspendieron y no hay nada que hacer.

- Bien –contestó él- Te llevaré a casa.

Mala FamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora